FCC está desarrollando el servicio de limpieza por una orden municipal después de que el Tribunal Superior de Justicia obligara a volver a la mesa de contratación. Sin embargo el Ayuntamiento, que había mediado dando un ultimátum a FCC para que cumpliera con la mejora laboral de los trabajadores que se había aprobado en sesión plenaria en el mes de abril, manifestó su sorpresa porque los trabajadores no aceptaran el acuerdo «se cumple al 90% todo lo que piden». El documento recoge la subida salarial del 1%, la descongelación de la antigüedad y abre las puertas a firmar un nuevo convenio, comprometiendo que se hará antes del mes de diciembre, cuando los trabajadores temían pasar al provincial, con un 20% menos de salario. «El único fleco que queda es la antigüedad», reconoce la alcaldesa de Ponferrada, Gloria Fernández Merayo, que asegura que ya se han quemado todos los cartuchos y lamenta que se les pida una garantía «de algo que no podemos darles.
Nosotros no somos la empresa que vendrá y no podemos obligarla a que cumpla», advierte. Sí deja claro la concejala de Hacienda, Amparo Vidal, que el documento pactado recoge que el resto de medidas pasarán a la próxima empresa que lleve el servicio. Vidal asegura que esa garantía que se les pide no se puede ofrecer porque sigue latente el pliego de licitación por el que se concedió el servicio y las postulantes no permitirían que se ejecutaran cambios ahora. Aunque los trabajadores dicen que están conformes con las medidas, aseguran que no tienen la seguridad de que se mantengan cuando
FCC deje el contrato «y si viene otra empresa tendremos que empezar a negociar desde lo que tenemos, a volver a luchar y tal vez, a volver a la huelga», explica el presidente del comité de empresa, que justifica de ese modo que la huelga continúe «hasta que busquen una fórmula para hacer que esas mejoras se mantengan cuando venga otra empresa». Desde el Consistorio se reconoce que ha llegado al fin de lo que se podía hacer y pide a los trabajadores que reflexionen para acabar con la huelga «y que tengan en cuenta que cobran un 20% más que cualquier trabajador del servicio de limpieza de Castilla y León». Así las cosas, el equipo de Gobierno no llevará a pleno el documento de pacto el viernes, como había anunciado «porque si no les vale, de nada sirve», dice la regidora que desconoce las causas que hacen que la huelga siga adelante.
El compromiso de FCC
En el documento concretado por la empresa y con el que el Ayuntamiento dijo haber dado por cerradas las negociaciones se apunta el compromiso de la adjudicataria FCC a asumir el coste de la subida salarial del 1% para los más de 80 empleados que tiene en plantilla y que hace cinco años permitieron a la empresa «de buena fe», dicen los recortes que consideran temporales por motivo de la crisis.También FCC dice que procederá a descongelar la antigüedad, otro de los puntos que pedían los empleados y recuperar los cuatro días de libre disposición.
Se recupera también la ‘ ultractividad’ y el pago de horas extra, aunque este punto lo habían conseguido ya los trabajadores en los juzgados.
Tres trabajadores denunciados vía penal por «sabotaje»
La alcaldesa lamentó que la huelga no esté cumpliendo con el pacto de los servicios mínimos «desde un primer momento no se ha atendido a ese 50% que teníamos aprobado», algo que asegura que no sucedió en la huelga anterior. Pero lo más preocupante asegura que son las actitudes de «sabotaje que se están dando por algunos empleados. En concreto asegura que se ha procedido a denunciar vía penal a tres empleados a los que se les encontró con tornillos y un taladro con el fin de usarlos para sellar los contenedores y evitar que las basuras se pudieran depositar en ellos. «Ya se han abierto diligencias penales», dice, y solicita al comité de huelga «que se responsabilice de los servicios mínimos acordados».
Para la regidora, lo que los trabajadores están haciendo «es una huelga preventiva» contra una empresa futura que pueda hacerse cargo del servicio», algo que no le parece correcto «y que nos nos pueden pedir a nosotros que hagamos, solo si quieren que les engañemos y somos más serios que eso».
«No hay margen de maniobra», dice la alcaldesa, mientras que el concejal de Medio Ambiente pide a los trabajadores que recuerden que partieron de la amenaza de 16 despidos y un cierre a la negociación a pactar el 90% de las mejoras que solicitaban.