Para Llorente, la reordenación de la propiedad “es un tema básico para el desarrollo de todas las zonas agrarias y silvestres”. Este tipo de concentraciones hace que haya más de un 30% de jóvenes que se incorporan a la agricultura. Además, en el capítulo de inversiones privadas hechas en esas zonas cuando se realizan las concentraciones son superiores “sobre un 25% más de inversión por encima de las otras”, dice Llorente. Y sus beneficios medioambientales significan un ahorro de un 20 a un 25% de combustible y la disminución, en la misma proporción, de gases nocivos.
Con ejemplos reales en Segovia y en León, Llorente quiso atraer a los propietarios bercianos a estas concentraciones, que, cuando se iniciaron hace décadas no fueron bien acogidos por los propietarios. Reconoce Llorente que durante ese tiempo hubo un parón “no hubo ese empuje por parte de los propietarios ni de los agricultores y ganaderos”, pero se ha vuelto a activar. Sobre todo considera que potencialmente hay mucha superficie a concentrar en el Bierzo para darle más posibilidades “lo ideal es que haya propietarios que vean ese potencial”. Sería incluso una fórmula adecuada para empujar también la reestructuración del viñedo, porque dimensionar las parcelas hace que “tengan más posibilidades y más inversión privada”.
Sí reconoce Llorente que, aunque todo sean beneficios, los propietarios son reticentes de inicio, pero la colaboración de los mismos en los grupos de trabajo para realizar esa reordenación es clave “y que las personas que decidan tengan claras las ventajas y la necesidad que hay”.
Concentraciones asociativas
Con el nuevo decreto 1/2018 sobre concentración parcelaria asegura Llorente que se impulsa “y se aportan numerosas ventajas” para darle un empuje. Pero además, la norma prevé herramientas para agilizar los proyectos y hacerlos sencillos. En concreto recoge figuras nuevas que podrían afectar en positivo al Bierzo, como las concentraciones en régimen asociativo en la que un número de propietarios pueden hacer asociaciones para concentrarse y permitir su uso para ellos o terceros, de manera más eficiente. Realizar esas concentraciones abre más posibilidades económicas, dice “y es una concentración más rápida y sencilla”. Además, las infraestructuras que se crean son más económicas y son más respetuosas con el medio ambiente. En el Bierzo están en el punto de mira las concentraciones en Priaranza y en los regadíos, pero Llorente espera que sean muchas más las que se inicien, porque algo está cambiando y se nota en la petición de concentraciones para modernizar el regadío en León el último año, que han sido 12, cuando, anteriormente, no las había.
Desde Priaranza su regidor, José Manuel Blanco, asegura que se empieza de cero la concentración pretendida, que reconoce que es un tema complejo en el Bierzo. Esa concentración incluye a tres municipios, Villalibre, Priaranza y Santalla y la intención es incluir los cambios que se han producido en estos años “mucha parte quedará como casco urbano”. Ahora se están recogiendo firmas “para que haya un consenso” vecinal y después empezarán los grupos de trabajo y la selección de los tipos de terreno. Ha habido tres reuniones con los propietarios y no se manejan plazos para iniciar el proceso, porque la primera vez que se intentó “hubo problemas y la Junta quiere que se camine firme”, reconoce Blanco. Asegura además que en el primer proyecto, la traba fue “la falta de información, creo que es en lo que se debe hacer más fuerza para que la gente esté tranquila”, dijo.
La modernización de regadíos del Bierzo bajo «en manos de los ayuntamientos»
El presidente de la agrupación de regantes del Bierzo Bajo, José Luis Prada, asegura que el paso fundamental para la reestructuración de terrenos, que era el sí de los propietarios a la modernización, está dado “y ahora está todo en manos de los ayuntamientos”. Desde la agrupación, asegura que se ha enviado una misiva a los consistorios para que soliciten esas concentraciones parcelarias y proceder a iniciar el proceso “y a partir de ahí avanzaremos”, dice Prada.
Reconoce el presidente que hay que explicar el proceso “porque es una concentración a la carta y yo creo que es una oportunidad para los jóvenes y para el Bierzo”, puesto que quienes no quieran explotar las fincas “pueden agruparse” y facilitar a los que vienen el trabajo “es algo que hay que pensar”, dijo.
Una de las barreras de la concentración convencional como esta son las construcciones o cultivos permanentes que ya hay en las parcelas, pero asegura Llorente que “se estudiará con detalle” para hacer un trabajo común respetando esos condicionantes.
Llorente está satisfecho con la respuesta de los propietarios ante este proyecto millonario, que había quedado en suspenso en su primer intento, y apunta que incluso se puede añadir concentraciones asociativas a él.