El ex alcalde socialista de Cacabelos, Junior Rodríguez, hace un llamamiento, tras año y medio de silencio, después de dejar su puesto con todo su equipo, rompe con él y pide acción “a quienes actualmente tienen la mayoría en el gobierno con el fin de colocar a Cacabelos donde merece estar. Quien ataca a quienes no pueden defenderse es un traidor, y quien critica a sus antecesores, siendo incluso del mismo partido, es simplemente despreciable”, dice.
Tras un año y medio desde su salida como alcalde de Cacabelos, asegura que ahora “me veo obligado a romper el silencio ante las injustas acusaciones y responsabilidades que se me han atribuido sin fundamento alguno. Durante mi gestión, me enfrenté a desafíos considerables, incluyendo una minoría plenaria y condiciones de trabajo desfavorables, agravadas por la pandemia que sufrimos”.
Ahora, la puesta al día de las cuentas de 2021, según la alcaldesa, Irene González, ha hecho que no se pueda pagar a proveedores e incluso que, en un determinado momento, se cortara la línea de teléfono. Fueron años de gestión de Junior Rodríguez, que se defiende frente a las críticas.
Reconoce Rodríguez que “hubo aciertos y errores”, en su mandato. “¿Podría haberse hecho más y mejor? Sin duda. Sin embargo, las obras y acciones realizadas en todo el municipio son evidencia palpable de nuestro compromiso y esfuerzo. Incluso algunas de estas obras fueron aprobadas durante mi mandato y aún están pendientes de ejecución”, dice.
Ahora considera decepcionante ver cómo, tras casi un año y medio, “no se han materializado avances significativos. En lugar de progreso, solo encontramos estancamiento y negación de la labor honesta de quienes antes dirigíamos el municipio, solo hay que salir a la calles y plazas, y ver como esta todo, una villa de zanjas, baches y vallas para ruinas”. Considera que Cacabelos “merece más que meras críticas y eventos superficiales. La política no debe limitarse a espectáculos; está destinada a mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos”.
Asegura que ha optado por el silencio “para evitar perjudicar a nadie”. Sin embargo, “no puedo permitir que se desacredite el trabajo realizado por las personas que conformaron mi mandato con toda la buena intención y dedicación. Quienes hemos servido a nuestro pueblo merecemos respeto y reconocimiento por nuestros esfuerzos”.