El soto de castaños de Villar pide socorro

Crean una plataforma para frenar la degradación de 40 hectáreas de castaños enfermos en Los Barrios a los que podría darse uso turístico y maderero en el futuro

M.I.
21/10/2019
 Actualizado a 21/10/2019
Imagen de algunos árboles del soto de Villar de los Barrios.
Imagen de algunos árboles del soto de Villar de los Barrios.
La preocupación de Villar de los Barrios por su soto de castaños de 40 hectáreas enfermo ha obligado a que los vecinos se agrupen en una plataforma «para la conservación del soto de Villar».

El soto les habló en una edición de Villar de los Mundos en la que lo usaron de escenario. Han sido los primeros que han visto en el paraje que el chancro se está apoderando de los árboles y quieren poner coto a la enfermedad aliándose a administraciones y colectivos. Asegura el portavoz de la agrupación, Nicolás de la Carrera que ya han encontrado el respaldode la Mesa del Castaño y del Ayuntamiento de Ponferrada y en proceso está la de varios colectivos interesados en salvar al soto en momentos en los que la cultura del castaño regresa.De la Carrera reconoce que el castaño en el pueblo «se cuidaba y se destinaba a madera». La campaña de apoyo se echa a andar para recuperar el futuro y la memoria de unos árboles que son parte de un rincón especial para Ponferrada.

El soto está situado al suroeste de la localidad entre colinas, desde el pueblo hasta el camino de los Maragatos. Tiene casi un centenar de parcelas y pertenece a diferentes propietarios, la mayoría del pueblo, ya mayores de edad y que apenas pueden atenderlos, pero la gran mayoría se desconoce a quién pertenece. Una de las fincas más grandes se sabe que perteneció a la familia de Las Carralas, solteras fallecidas hace casi un siglo y cuyas propiedades fueron dejadas en herencia a su capellán. Han sido tradicionalmente, desde hace siglos sotos de explotación maderera destinada a la construcción tanto vigas, como puertas, ventanas y los balcones del pueblo procedían de este lugar. En los últimos años, los castaños se están viendo amenazado por una enfermedad denominada chancro o cáncer del castaño, una infección provocada por un hongo (Cryphonectria pasasitica), que es especialmente agresiva «y puede matar los ejemplares si no se trata».

Para combatirla «hace falta urgentemente una campaña de vacunación a través de un gel que se inyecta bajo la corteza». Aunque la vacuna no garantiza la supervivencia de los ejemplares dañados por el hongo, es efectiva en gran parte de los casos. Si no se actúa con urgencia «el soto tiene los años contados», explica de la Carrera.De conseguir recuperarlos, la idea sería «conseguir una agrupación de todas las fincas y quien no las quiera o pueda ocuparse de ella las ceda al pueblo para uso comunitario. Se puede explotar para el uso de madera aunque se trata de troncos finos, la mayoría, que solo valdrían para vigas o leña y no tanto para mobiliario.La madera de castaño es carísima debido a su calidad y durabilidad». Otra alternativa que se plantea la plataforma sería dedicarla a fines turísticos y medio ambientales «en él habitan aves como el cuco, mirlos y ruiseñores, cada vez más escasos y es un lugar habitual de jabalís, corzos y zorros entre otros. La flora es muy variada. Aparte de castaños abundan los helechos, zarzamoras y muchas flores silvestres así como muchas plantas medicinales».

Para De la Carrera es una ruta muy atractiva «que cuidada y señalizada se podría tener un gran reclamo para senderistas a tan solo 7 kilómetros de Ponferrada. Para muchos es uno de los sotos más bonitos del municipio.Algunos ejemplares llegan a tener casi 20 metros de altura». Pero además la zona es especial para los vecinos que recuerdan su niñez en el soto, cuando se disfrazaban con las hojas de los castaños o recogían setas y hacían meriendas«yo las recuerdo con mucha nostalgia cuando era pequeño», relata el portavoz de la plataforma.

Mesa del Castaño abraza la idea

La Mesa del Castaño y el Ayuntamiento de Ponferrada ya han abrazado el proyecto de recuperación, en el que se implicarán rescatando una zona de 100 castaños aún por determinar este año tanto en extensión como en coste «porque puede necesitar desbroces u otros trabajos», explica desde le Mesa, Pablo Linares.
La intención es iniciar así la recuperación para ir a más, porque asegura que los castaños son rescatables, aunque requieren una actuación potente.
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