El recorrido del vino en el pasado de Villar de los Barrios

El VI Festival Villar de los Mundos abre la puerta al recuerdo de un pueblo rico desde una conferencia con la participación de tres historiadores

Mar Iglesias
08/08/2018
 Actualizado a 13/09/2019
Los tres investigadores que protagonizarán la jornada de investigación.
Los tres investigadores que protagonizarán la jornada de investigación.
Difícil saber si Villar de los Barrios tiene más pasado que futuro, pero mirar atrás a veces beneficia a los que están y ofrecen ojos para trazar camino. Tal vez eso sea lo que pensó Nicolás de la Carrera, creador del festival anual Villar de los Mundos, al introducir en esta nueva edición, ya calentándose, una ponencia con tres historiadores para abrir las puertas a ese sabor de pasado que se bebe con vino. Porque si algo tiene de recuerdo Villar son sus viñas, que otrora hicieron que su suelo pariera oro.

Vicente Fernández, José Diego Rodríguez Cubero y Mariano Higuera
se preparan para afrontar una jornada de investigación sobre ‘El pasado de los Barrios’ que expondrán el 24 de agosto, en la sede de la Uned de Ponferrada, a partir de las 11:00 horas.

Es uno de los puntos fuertes de este festival, desde el que Vicente Fernández volverá a esos viñedos, que fueron los cimientos de un pueblo cargado de riqueza. Llama la atención de los historiadores la cantidad de blasones que se enseñan aún en las fachadas de las grandes casonas de Los Barrios. Casas ahora arruinadas en muchos casos, pero que no engañan sobre un pasado más que importante para la comarca.

Fernández explica que en los blasones se enseñaban las armas de las grandes casas. Familias con apellidos conocidos como Carral o Carrera los tenían. «Eran escudos hechos a medida», tallados para dejar constancia de un patrimonio del que presumir. Hasta una docena de blasones, reconoce Fernández, algunos incluso menos antiguos.

Son testigos de un tiempo que se acabó al tiempo que la filoxera se llevaba aquella riqueza con forma de viñedo.De hecho el potencial vinícola de la zona quedó descartado y solo unos pocos supieron verlo. Ahora la fuerza de Emilio Moro, de la D.O. Duero, queha puestos su ojos en las vides de Villar, de donde ha sacado jugo para dos nuevos caldos, los primeros que une a la firma con D.O. Bierzo.

La Revelía y El Zarzal son los nombres de los dos godellos que Moro quiso presentar, procedentes de la añada 2016. Es más que una declaración de intenciones sobre la calidad de los vinos bercianos. Es volver a mirar a Villar, desde su pasado, colgado de las viñas cuyo legado quedó pendiente.
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