El dique del Sil no contiene las críticas

Los propietarios de las fincas circundantes denuncian que las primeras lluvias han provocado desprendimientos y piden planes concretos para adecuar las márgenes

Alejandro Cardenal
02/11/2015
 Actualizado a 07/09/2019
Camino de tierra sobre el dique del Sil en las cercanías del parque del barrio. | L.N.C.
Camino de tierra sobre el dique del Sil en las cercanías del parque del barrio. | L.N.C.
El polémico dique del Sil ya es una realidad. Meses de protestas y cruces de declaraciones entre el Ayuntamiento, la Confederación Hidrográfica Miño Sil (CHMS), la asociación de vecinos de Toral de Merayo y la plataforma Ponfesil, la más crítica con el proyecto, dieron paso a las obras de defensa contra avenidas del río, que cristalizaron la semana pasada y siguen sin convencer a los vecinos, tal y como reconoce José Luis Alejandre, uno de los afectados por una construcción que «deja mucho que desear».

Y es que Alejandre denuncia que en la parte más alta del dique, que llega a alcanzar los dos metros de altura y sobre el que se ha dispuesto un camino de tierra, las primeras lluvias han provocado el desprendimiento de barro, lodo e incluso rocas hacia las fincas privadas, lo que supone «un peligro» para los vecinos y para los ciudadanos en general. «Si cuando apenas ha habido grandes precipitaciones, ya se han producido estos incidentes, va a ir a peor», asegura.

Además de los problemas en los terrenos que se removieron para la construcción del dique, los afectados reiteran que «no aporta ni aportará nada» y que la construcción se llevó a cabo «a base de mentiras». «La obra se vendió como una forma de convertir los márgenes del Sil en un referente social y lúdico, y de momento solo hay un camino que discurre en algunos puntos a 300 metros del río y que en verano no deja forma de resguardarse contra el sol ni contra el calor», añade Alejandre.

Por ello, una vez entregada la obra, que no se inaugurará al haber finalizado en un período inhábil por la cercanía de las elecciones generales, la principal petición de los vecinos es que el Ayuntamiento aclare en qué consiste la segunda fase del proyecto. «Han hablado de crear espacios para el ocio y el esparcimiento, pero no han matizado ni siquiera dónde van a hacerlo y el recorrido es irregular y muy sinuoso», lamenta Alejandre.

Además del dique de la discordia, los trabajos, que han supuesto una inversión global de 2,8 millones de euros incluyeron la construcción de un puente de acceso a Toral de Merayo desde la avenida de la Martina, una reivindicación histórica que sustituye la pasarela que existía hasta la fecha.

La nueva infraestructura consta de una calzada de 6 metros de ancho y está conformado por dos carriles de 2,5 metros, una acera lateral de 1,5 metros y dos arcenes de medio metro. En el lado contrario de la acera dispone de una barrera de protección.

De una obra de teatro a la aparición de restos de lápidas


Las obras de construcción del dique del Sil estuvieron marcadas por las protestas de la plataforma Ponfesil, que mostró su rechazo al proyecto desde su aprobación llevando a cabo movilizaciones e incluso una obra de teatro que denunciaba de forma satírica las principales reivindicaciones de la asociación.

A pesar de ello, el proceso siguió adelante y la aparición de varias lápidas y restos de panteones durante el movimiento de tierras volvió a poner el proyectoy la construcción del dique en el punto de mira.

Tras realizar una investigación, el Ayuntamiento determinó que los restos mortuorios pertenecían a algún cementerio de un municipio colindante, un depósito irregularya que las lápidas eran contemporáneas y no correspondían a ningún lugar de enterramiento registrado en los alrededores de la capital berciana.
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