La Térmica Cultural recupera la vida y obra del icónico Eduardo Arroyo

Con 176 obras se muestra al afamado autor leonés desde una faceta nueva, convirtiendo la muestra en una obra de teatro y haciendo un paralelismo entre la su lucha y la que plantea Ciuden

06/04/2024
 Actualizado a 06/04/2024
Apertura de la nuestra en La Térmica Cultural. | MAR IGLESIAS
Apertura de la nuestra en La Térmica Cultural. | MAR IGLESIAS

Con 176 obras, 149 de su colección personal y 27 del Instituto Leonés de Cultura, abre sus puertas la nueva exposición en La Térmica Cultural,  Eduardo Arroyo y Robles de Laciana. Un viaje de ida y vuelta. Un viaje desde una nueva perspectiva del autor internacional que fue y volvió, tanto a lugares como en su pensar y que ahora despliega todo su potencial en una muestra única.

El comisario de la exposición, Luis García desgranó una exposición que considera que está en el lugar en el que Arroyo se sentiría él, en dependencias de la Ciuden, una Fundación con sus mismas metas, las de fomentar un desarrollo económico y cultural de la zona. Él lo hizo, incluso desveló el comisario que fue en su casa de Robles donde se empezó a hablar del Parador de Laciana, aún sin construir. 

Arroyo es una figura internacional y compleja que el comisario lleva desde 2003 estudiando y, tras cinco proyectos sobre él "sigo descubriendo que no se nada". Pero sí se ha reencontrado con una figura, látigo de las dictaduras y luchador por su tierra, al que ha querido interpretar desde una perspectiva teatral. Y, es que, asegura que fue el teatro el que le hizo ser lo que fue. Su padre murió tras un accidente en el teatro de La Zarzuela y eso "le hizo libre". De madre republicana y padre del régimen, Arroyo descubrió una vida separada de las dictaduras.

La muestra se divide en cuatro momentos, y el primero es el de Arroyo en familia, hasta los 6 años, cuando se produjo la muerte del padre. Moscas, murciélagos, vacas y la casa de los abuelos es lo que deja ver esa parte de la exposición que pasa a un segundo momento, el exilio "se va a un territorio de tensión", explica García. "Ajusta cuentas con todos los dictadores de la historia. Y pasa a su vuelta a España, con una gran transformación "recupera la memoria e historia real de España. Ahí se enmarcan las obras de Martirio o Don Quijote. La cuarta parte es su vuelta a Robles, donde vuelve a casa de los abuelos. Su estudio, el material de boxeo, que le encantaba...su mundo, que acaba con su muerte.

"Es un revolucionario de la escenografía", reconoce García, de ahí que la muestra sea un gran escenario en el que aprovecha el collage e incluye una nueva vertiente "aquí el espectador se convierte en intérprete para meterse en la vida de Arroyo". Una vida que su viuda, Isabel Azcárate asegura que García sabe retratar "creo que conoce más a Eduardo que el propio Eduardo", dijo emocionada con una muestra enorme que "refleja lo más íntimo y personal del autor", dijo la directora de Museos de Ciuden, Concepción Fernández.

El diputado de Cultura, Emilio Martínez, quiso arropar la apertura de la muestra de un "creador polifacético que hunde sus raíces en León", apuntó, agradeciendo la puesta en valor de un artista local que se convirtió en un icono internacional. 

 La muestra estará abierta hasta el 29 de septiembre.

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