Villafranca del Bierzo se queda sin su párroco Tomás Alija que, tras 49 años comprometido con el municipio, al que ha servido y peleado por conseguir que la exposición Las Edades del Hombre llegaran a esta localidad, ha tenido que dejar su puesto por enfermedad. La edad no le permite seguir al frente y se ha ido sin que haya relevo estable para él. Desde el Obispado reconocen que están supliendo su ausencia con otros párrocos de la Unidad Pastoral, aunque no tienen un párroco nuevo asignado aún “el Obispo está valorando posibilidades, pero no hay ninguna decisión tomada”, apuntan.
Y desde el Consistorio, su alcalde, Anderson Batista asegura que la única constancia que tiene por parte de la Iglesia es que en Semana Santa, una de las celebraciones más religiosas de la comarca, tendrán sustituto para cubrir esos días de procesiones. Pero llegan Las Edades del Hombre, ya este verano, y, curiosamente es ahora cuando Villafranca se queda sin su cabeza religiosa.
Alija Carbajo es muy reconocido por los miembros de la iglesia en Villafranca, hasta el punto que, el próximo 3 de marzo, a las 13:30 horas, el Teatro de Villafranca acogerá un acto de reconocimiento y recuerdo al párroco de la Villa, por sus casi bodas de oro al frente del municipio, al que ha servido “con amor” destacan en el bando en el que convocan a este evento.
“Desde su llegada hace casi cincuenta años, demostró un compromiso inquebrantable con su vocación”, reconoce el PP de Villafranca, que ha aplaudido la dedicación del párroco. Además de atender la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, en la Colegiata, ha prestado sus servicios por muchos pueblos, regentado las “casas de Cáritas” y la residencia de ancianos San Lázaro “así como muchas otras tareas que, acorde a su personalidad tranquila y sencilla, quedarán en el recuerdo de los que recibieron su ayuda”.
Por todos esos méritos, el Ayuntamiento de Villafranca del Bierzo le concedió, en el año 2000 el título de Hijo Adoptivo de la Villa y, en el año 2012, la Medalla de Oro de la Villa, siendo esta la más alta distinción que puede otorgarse conforme al Reglamento de Honores y Distinciones.
Durante los últimos años, su empeño se centró en la restauración de la Colegiata y en la lucha por conseguir para Villafranca la celebración de las Edades del Hombre. “Lamentablemente, ya no será nuestro párroco cuando estas tengan lugar en los próximos meses”, dicen. Aun así, “nadie olvidará que su acogida en nuestra Villa es, en gran parte, gracias a él”.
“Nos ha bautizado, dado la Primera Comunión, casado, confesado y nos ha acompañado en la despedida de innumerables seres queridos. Casi cincuenta años con su dedicación dan para mucho”.
El PP ha querido manifestar su reconocimiento “cariño y gratitud” a Don Tomás “confiando su salud al Santísimo Cristo de la Esperanza, al que tantas veces honró como guía de nuestra parroquia”.
Las Edades del Hombre comienzan en junio y se estiran hasta noviembre y, aunque se trata de un evento expositivo, nacen de la cuna patrimonial religiosa, que ahora se queda coja, a falta de párroco asignado en Villafranca, uno de los dos enclaves que acogerá la muestra, compartida con Santiago de Compostela.