Cuando no se quieren reconocer los fracasos

El olvido de La Somoza villafranquina es uno de los testimonios de un mal hacer político que no ha permitido que esa zona salga de la despoblación ni vertebre un eje turístico con mucho potencial

Ramón Cela
08/11/2020
 Actualizado a 08/11/2020
La naturaleza recuerda que Villafranca y sus pueblos son lugares con magia.
La naturaleza recuerda que Villafranca y sus pueblos son lugares con magia.
Desde la transición hasta el día de hoy, los vecinos de los pueblos de La Somoza villafranquina, viven la triste historia de esperar y esperar que un día, las promesas de todos los partidos políticos, que les han solicitado el voto se cumplan de una vez, pero ni los unos ni los otros son capaces de acometer una pequeña obra que saque de una vez por siempre, el aislamiento de que son objeto.

Naturalmente, los pueblos se abandonan y más que se van a abandonar si la desidia de los gobernantes hace caso omiso a las peticiones justificadas, que día a día, mes a mes y año tras año. Vienen llamando a todas las puertas y recibiendo solo las mismas respuestas de siempre: Hay que esperar, ya lo tenemos en cartera. Pronto se arreglará…

Mientras, las gentes que habitan en La Somoza villafranquina sigue viviendo en el olvido de siempre, a excepción, claro está en periodo de elecciones, cuando milagrosamente aparecen una vez más los políticos de alto y bajo rango, con las mismas y consabidas: Hay que esperar…ya lo tenemos en cartera.

La carretera de Aira da Pedra a Burbia, está sin adecentar desde siempre. Son escasos los kilómetros que unen estos dos pueblos de los municipios de Vega de Espinareda y de Villafranca, perjudicando al comercio de ambos ayuntamientos y, lo que es peor, a los vecinos de estos pueblos, que en invierno tienen que permanecer incomunicados cuando, si hubiera una carretera digna, la situación cambiaría radicalmente y se conseguiría asentar población en ambos municipios.

Quizás el más perjudicado de estos ayuntamientos sea el de Vega de Espinareda, que no puede recibir la visita de cientos de turistas, que se alojan en los hoteles y parador de Villafranca, pero a vecesla incomprensión o la falta de luces de unos y otros no les permite la unión en unas reivindicaciones a todas luces justas y necesarias.
El Consejo Comarcal, parece muy ajeno a estas circunstancias y la Diputación, al parecer, está muy lejos de la Comarca Oeste del Bierzo, como lo ha estado siempre con la excepción del malogrado Don Alberto Pérez Ruiz, quien permanece siempre en el recuerdo de los más desfavorecidos y que, en este caso, no son otros que La Comarca de la Somoza villafranquina.

De esta forma, por mucho que digan, por mucho que quieran justificar los mandamases provinciales, autonómicos y desgraciadamente comarcales, no tienen el más leve perdón de aquellos que por desgracia, no tienen otra salida que permanecer en el terruño a la espera de que cuando la vejez les vaya llevando las ilusiones que en su día tuvieron cuando depositaron su votoen las urnas, se queden en sus casas pensando que tanto valen los unos como los otros. Lo único que cambian son las caras y los automóviles que les mueven, porque las sonrisas y las promesas, no dejan de ser las mismas y los años hacen ver con mucha más claridad, que las promesas de políticos se las lleva el aire limpio de las montañas, mientras que, cada día, los políticos no saben o no discurren cómo sacar los votos para poder sentarse en la poltrona y así disfrutarde muchos actos oficiales, donde los reporteros “flashearán” sus caras, con la estudiada sonrisa.

De esta manera vemos como en tiempos ya de la transición, un alcalde villafranquino, que nunca cobró ni un duro por su trabajo, consiguió hacer un puente de hormigón, para unir Soutelo del municipio de Trabadelo y Villafranca, ahorrando a Cela, Paradaseca y Pradela, más de diez kilómetros de tortuosa carretera y el puente sigue esperando que se haga un camino, de poco más de un kilómetro, que uniría estos pueblo con una carretera de bastante buen firme pero, otra vez más, los políticos, están esperando a que sean otros los que tomen las riendas de la imaginación y el trabajo, ya que ellos no están para cumplir promesas, sino para hacerlas.

Pero ya que de carreteras hablamos hoy, lo que no se concibe, es el por qué no se arregla adecuadamente el
camino que une a Villafranca con Pobladura. Acercaría todavía mucho más las minas de Oro de La Leitosa y pondría en valor esta zona deprimida. Pero al parecer esto también le debe sonar muy lejano al Consejo Comarcal y no digamos a lo que algunos llaman Coalición por el Bierzo, que también parecen llevar el despiste muy puesto, ya que el Bierzo, es algo más que el municipio de Ponferrada.

Como quiera que sea, alguien tiene que abrirles un poco los ojos a nuestros políticos y nada mejor que la unión de los desamparados habitantes de la Comarca Oeste del Bierzo.
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