La comarca del Bierzo

Mañana, El Templario, La Comarca, Bierzo 7, Aquiana, Spirogyra…publicaciones que albergaron las vivencias e impresiones de muchos bercianos y que ahora solo quedan en el recuerdo. Páginas y páginas de noticias, anécdotas, experiencias, poesías y cuentos

Manuel Ángel Morales Escudero
13/08/2023
 Actualizado a 13/08/2023
Imagen Fundadores de La Comarca
Imagen Fundadores de La Comarca

En el mes de noviembre de 1991 un grupo de profesionales de la información y empresarios se marcaron el objetivo de crear una publicación mensual que no se limitara a informar de noticias puntuales sino que profundizara en los temas que afectaban a la Comarca del Bierzo. En la junta de fundadores estaban José Antonio Balboa, Carlos Benito, Fidel Cerezales, Ignacio Linares, Ricardo López Témez, Antonio M. Echevarría, Luis del Olmo, José Luis Ulibarri, Miguel Ángel Varela y Carlos Yáñez. El editorial de este primer número apuntaba que «La comarca del Bierzo nace para contribuir al patrimonio informativo de esta tierra, desde premisas de absoluta libertad e independencia» y en la misma página el presidente de Promotora Editorial Berciana, Luis del Olmo, afirmaba que «con la fuerza sincera de la comunicación, sin dar tres cuartos al pregonero, hacemos promesa y símbolo del futuro del Bierzo en la Comarca a través de La Comarca». Nacía así la revista La Comarca que se presentó en sociedad primero en Ponferrada y posteriormente en la Casa de León en Madrid.


Se iniciaba así un proyecto sin precedentes en El Bierzo, porque era una revista de información mensual que se centraba en el análisis de diversas problemáticas en torno a la comarca del Bierzo, como la inmigración, la minería, el gallego en El Bierzo, etc., y que trataba de profundizar en cada uno de sus números en una temática concreta. Hubo ediciones especiales centradas en un único tema, como el número 34 (septiembre de 1994) en cuya primera página podía leerse: «Qué es…el  Bierzo» y en el que se preguntaba a diversas personalidades de la cultura, la economía o la política sobre su idea acerca del concepto de «Bierzo». Y así se hizo en otras ocasiones como en el número 38 (enero de 1995) en el que se venían a exponer «Las reivindicaciones pendientes del Bierzo» y se señalaban algunas que con el tiempo se han conseguido -centros universitarios, conservatorio, gas natural, autovía a Coruña- y otras que aún no -ferrocarril de alta velocidad, autovía a Orense y Asturias-. En todo caso, quedaba claro el compromiso de la revista con la comarca que le daba el título de cabecera.


La revista llegó a tener más de mil suscriptores, que eran los que la sostenían, de los cuales más del cincuenta por ciento eran de fuera del Bierzo -entre otros países, Australia o Argentina-. En palabras de su director, Miguel Ángel Varela, «se trataba de que la revista fuera una conexión entre el Bierzo interior y el Bierzo exterior», esto es, entre los bercianos que habitaban en la comarca y los que vivían en la diáspora, pero siempre con el Bierzo en el corazón. Hay que situarse en el tiempo para poner en contexto el proceso de creación de una revista que desde el primer número se editó a todo color – lo que contrastaba con la prensa tradicional que hasta ese momento se había publicado en El Bierzo-, con una gran calidad en el papel y con una maquetación moderna y atractiva en una época en la que no existía internet y en el que las colaboraciones se tenían que enviar por correo ordinario o, en el mejor de los casos, por fax.

Apunta Miguel Ángel Varela  a este respecto que  La Comarca utilizaba la tecnología más moderna, que entonces era el Macintosh Classic. El ahora director del Teatro Bergidum de Ponferrada guarda esa pequeña reliquia tecnológica en su despacho del teatro municipal señalando que fueron los bercianos Mario Tascón y Alberto Villaverde los primeros que descubrieron esta tecnología en una feria de Madrid y los primeros también que lo utilizaron en España para maquetar prensa, concretamente, el desaparecido semanario Bierzo 7. La Comarca se llevaba totalmente maquetada en un disquete a la empresa Papeleria Gráfica Industrial en Montearenas (Ponferrada) -posteriormente GRAMA, S.A.- realizándose la maquetación y la infografía por el propio personal de la revista y por la empresa Imagen  Press.


Entre los primeros colaboradores estuvieron Lorenzo López Trigal, Diego Luis González, Xesús López Témez, Juanjo Urbina, Ángel Ugidos, José A. Rodríguez o Paco Laínez. Destaca la labor de los fotógrafos de la revista: José María R. Casado, Paco Germán, Luis de la Mata, José Antonio Balboa, Javier Cela, Juanjo Urbina,  Ángel Gundín, Luisma o Álvaro Picardo, entre otros de una larga relación y de los colaboradores fijos y ocasionales en las diversas secciones respetando siempre la pluralidad, pues La Comarca siempre se preció de estar abierta a todo tipo de colaboradores con la única premisa del amor y el respeto al Bierzo.


Las secciones fueron evolucionando desde el inicio, aunque fueron bastante constantes. Así aparecen las de «En Portada», «Política», «Economía», «Sociedad», «Cultura», «Deportes», «Humor» y la siempre importante de «Firmas».  La primera era la que desarrollaba la portada inicial y solía ocupar entre siete y diez páginas de la revista. Siempre se abordaron temáticas de singular importancia para el Bierzo con fotografías e infografía abundantes. Se utilizaba la tinta negra que se combinaba con la azul, roja, magenta o verde. A partir del número 35 (octubre, 1994) se introducen las páginas anaranjadas para una nueva sección de «Economía y Empresa» que continuará hasta el final. La misma será bautizada como «Economía y Empresa. Suplemento de La Comarca del Bierzo» y tendrá una numeración propia. En la presentación del suplemento se señalaba que «Con el suplemento que hoy estrenamos y que mes a mes podrá leer, escudriñaremos en un Bierzo para muchos incógnito» y, a continuación, deja claras las intenciones al decir que «Escribiremos sin pelos en la pluma». 


La sección de «Cultura» siempre fue de suma importancia. En ella encontramos firmas de muchos bercianos ilustres y de otros, que sin ser bercianos, sí honraron a la revista con sus contribuciones. Y así figuran nombres como los de  Raúl Guerra Garrido, Juan Carlos Mestre, César Gavela, Valentín Carrera, Antonio Balbuena, Antonio Pereira, Gonzalo Santonja e incluso de Antonio Gala o Camilo José Cela (en el número dedicado a Guerra Garrido) y un gran elenco de escritores entre los que, con humildad, se incluye el autor de este artículo. 


Dentro de este apartado, la Historia es otro de los puntos fuertes de la revista apareciendo estudios y reportajes de Vicente Fernández, José Antonio Balboa y otros historiadores. Sirva de muestra y como anécdota el reportaje sobre La Polinesia y los actos que se llevaron a cabo para conmemorar el cuarto centenario del descubrimiento de las Islas Marquesas por Álvaro de Mendaña.


En el anecdotario destacan algunos números, como el 41 de abril de  1995, que hoy nos resultan curiosos y que dedicaba la portada a Rafael Bermejo, el policía berciano que detuvo al que fue director general de la Guardia Civil,  Luis Roldán. Rafael Bermejo, entrevistado por Miguel Ángel Varela y Jorge López, hablaba sobre el que fue en su día «el prófugo más importante del país» y de otros casos sonados de entonces como el del aceite de colza del que también se encargó. Algunas otras anécdotas son más locales, como la noticia que resalta las quejas de los vecinos de Cuatrovientos dirigidas al entonces regidor de Ponferrada, Celso López Gavela, por lo que consideraban pasividad ante «los ruidos y destrozos por las noches debido a la gran concentración de pubs en la zona». Nada nuevo bajo el sol…


Con una plantilla de dos personas, Ricardo López Témez y Miguel Ángel Varela, los costes de impresión se llevaban algo más del 60 % del presupuesto. Aunque se llegaron a tirar más de dos mil ejemplares mensuales y a explorar otras ideas empresariales como la publicación de libros (se llegaron a publicar dos títulos, uno de ellos por encargo del escritor villafranquino Antonio Pereira, titulado Convento de las Concepcionistas de Villafranca), la realidad es que  en el año 1995 La Comarca tuvo que cerrar. 
Y así, en noviembre de 1995 se publicó el que sería el último número de la revista, el número 47, que se vendió por 225 pesetas. Terminaba un proyecto que nunca dejó de tener calidad y que siempre respondió a la idea de imaginar «nuevos horizontes y, si cabe, soluciones para un desarrollo futuro».
 

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