Tomás sigue siendo invicto, el de Uco... y el de la abuela Pilar

Victoria sin recibir ni media caída del de La Vecilla, que dedicó el triunfo a la viuda del abuelo Uco y ganó con Víctor, Adri y Pedro Alvarado

07/08/2023
 Actualizado a 07/08/2023
Tomasuco está intratable un año más y en La Vecilla, su pueblo, tenía una motivación extra. En la foto su espectacular combate con Rodri. | JESÚS F. SALVADORES
Tomasuco está intratable un año más y en La Vecilla, su pueblo, tenía una motivación extra. En la foto su espectacular combate con Rodri. | JESÚS F. SALVADORES

Eran casi las ocho cuando Tomás González, Tomasuco, cumplió con una especie de rutina personal: ganar el corro. No hubo gran algarabía en la grada, pese a ser su pueblo, como ocurría cuando empezó, cuando aún no era emperador, cuando había alguna duda… Es lo suyo el año pasado y esta temporada, ganar. La noticia es si le dan alguna caída, la primera la había recibido un día antes en Lillo, ante Chelín.


Su rival en la final, Del Cojo, que mantenía que nadie le iba a dar ni media observaba la semifinal entre Uco y La Perla Rodri y al ver cómo le ganaba 2-0 explicaba: “Es que te arrolla, como el tren”. Es lo que tiene vivir cerca de la vía. Y arrolló a Alberto del Cojo que cuando le levanta no se sabe si es parte de un rito o un gesto de admiración. La grada aplaudió pero…Pero Tomasín, que había apuntado al cielo de su abuelo Uco cuando le levantó Alberto, también es un maestro de la emotividad. Muchas veces sale a recoger los premios con su hermana pequeña, Sofía, pero ayer cambió a la feliz niña para ir a buscar a la grada a la abuela Pilar, que se resistía, nerviosa y le daba vergüenza, pero Tomasín, el nieto Tomasín la cogió de la mano y ahí sí se arrancó la grada con la emotiva y cerrada ovación que era tanto para el gesto como para la mujer del recordado paisano que hace un año aún supo de la doble victoria de Tomasuco y Davizuco en el mismo corro. Pero ya estaba enfermo.


Los móviles aparecieron, las cámaras grababan… el álbum familiar tiene una nueva página. Llegaba pesados, nadie se había ido. Pedro tranquilizaba a los que se preocupaban por el golpe en la cabeza con su humor, “la tengo muy dura, por suerte”. Unai era de los que se había interesado por él de paso hacia la zona de las botellas de agua.


- ¿Cumpliste ayer en las fiestas de Lillo?; le preguntan.
- Siempre; responde, y no se explaya en las explicaciones pues la voz no le da para más, como se comprueba con facilidad.


Es el primero en saltar a la hierba, para repetir la final de Lillo, ante Jesús Quiñones y no se repite el resultado, ni mucho menos, Jesús se deshace de él en pocos segundos y se prepara para semifinales, donde le espera otro hueso del peso: Pedro Alvarado. “Vaya sorteo”. No se lo puso nada fácil Jesús, le dio dos medias (una por suelta) y obligó a Pedro a remontar con una recta final de combate en la que Jesús entregó la cuchara por agotamiento y  peligro de lesión, por lo que dejó que sonara la bocina. En la final esperaba a Pedro el tercero en discordia, Víctor J., que había sudado la camiseta ante los 141 kilos de Cesáreo Ferreras. «Para que sepas lo que es pesar menos», le bromeaban. Y él comentaba al acabar: «Ostia, para mover a éste».   

Tomás, que siempre dedicaba el corro a su abuelo Uco, sacó ayer al centro a su viuda, Pilar 


Al que no pudo mover en la final fue a un Pedro Alvarado que es cierto que tiene la cabeza dura... pero no solo para los golpes, para hacerse con los corros con sus armas: valentía, ganas y lucha... kamikaze con orden.  Ligeros vive una bonita batalla entre David y Víctor Llamazares. Que David creció mucho ya se ve cada día, pero no es menos cierto que ha vuelto el Víctor de la mejor lucha, de mañas, fuerza y viejas maneras. Ayer fue un buen ejemplo, tal vez ofreció el mejor abanico de la tarde, en la final y antes con Jesús o Florián, al que primero dio una cadrilada y después falseo una larga y trabada mediana.

Adri y Fierro II ofrecieron una bella final; Víctor un día de gran lucha y Pedro se reencontró con la victoria


En medios Adri sigue su recital de dominio, dejó en la cuneta a Arce y también a Chelín, pero le esperaba en la final un Adri Fierro II que venía de dar un sobaquilo de postal a un Nacho Castro que siempre aporta algo. ¿Sería uno de esos días inspirado de la saga Fierro? Podía ser pues se adelantó con una entera, pero si lo iba a ser su tocayo de la Sobarriba lo cortó de raíz con dos enteras, aunque en la primera tal vez estaban fuera del círculo. 

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