Diez partidos sin ganar no han mermado la confianza dentro de la Cultural en el técnico Raúl Llona, cuyo puesto en ningún momento se ha puesto en duda, manteniéndose la confianza independientemente de que en los últimos meses las victorias no lleguen.
Sobre ello se ha manifestado el preparador culturalista, que considera que «no es que me sienta un privilegiado por eso, sino porque hago lo que me gusta, me pagan por ello y además aquí con buenas condiciones», pero explicaba que «la valoración que hay que hacer de los entrenadores es mucho más global que lo que puede ser el resultado, hay situaciones que no podemos controlar aunque seamos los responsables y debe haber otras personas que lo hagan en el club o en la dirección deportiva. Por eso me siento totalmente respaldado y siento la máxima confianza de los diferentes estamentos del club, a otros colegas entrenadores con los que hablo no les sorprende porque se miran muchas más cosas que sólo los resultados. El trabajo en el día a día está siendo muy bueno y para mí ese es el mayor argumento para tener tranquilidad con mi equipo, sabiendo que las rachas son pasajeras, pero que perder dos partidos dentro de 10 no es suficiente, aunque hagamos muchas cosas bien todo queda en segundo lugar si no ganas».
«El equipo tiene posesión, profundidad y llegada, pero hay que exigirle finalizar y tener mucha más presencia»
Por todo ello, Llona no oculta que el partido de este domingo (16:00 horas) ante el Lugo es «muy importante, a medida que pasa la liga el margen de error disminuye hasta desaparecer y tenemos la obligación de salir a por los tres puntos, no es que lo estemos preparando diferente pero sí con el ambiente de que hay que acabar con esa dinámica».
Clave para ello será mejorar los números en un ataque sobre el que el entrenador culturalista apuntaba que «con el Osasuna B centramos 30 veces, eso dice mucho de que no es sólo posesión, sino que también tienes profundidad y llegada, pero debemos exigirnos finalizar y tener mucha más presencia para ello, porque llegas muchas veces con cierta ventaja al último cuarto, con balón controlado, y ahí hay que sacar mucho más».
Para ello cree que la cuestión está en «la toma de decisión y en la ejecución: elegir bien cuál es la opción buena y luego ejecutar, no me vale saber que tengo que ponerla ahí pero se me va el balón, y en ese proceso insistimos. La situación de querer hacerlo bien hace que nos precipitemos y nos limita».
Y es que se ha hablado mucho de cómo está afectando el tema mental a la plantilla, pero ¿cómo lo está llevando Llona? Lo explica el entrenador señalando que «a nivel personal es un proceso durante la semana. Me sienta muy mal perder y en esta racha creo que el fútbol no está siendo justo, pero lo que depende de mí es intentar hacer todo lo posible durante la semana para darle la vuelta a la situación. Cuando acaba el partido encuentro poca explicación al hecho de no haber ganado, porque creo que el equipo ha hecho partidos para ello; cuando empiezas a verlo y a preparar la semana, el nudo se va desatando y al final la semana se hace larga, porque parece que no llega nunca el partido y tienes esas ganas de revancha para sacarnos la espinita».