Como el que llega de vacaciones y oye sonar el despertador a las 7 de la mañana del día siguiente que le devuelve a la cruda realidad, el gol de Álex González en el descuento del partido que se disputaba en Pasarón fue el cubo de agua que recuerda a la Cultural que esta temporada tener uno de los mayores presupuestos, una de las mejores plantillas y los más altos objetivos no le va a dar puntos si no los reclama en el terreno de juego.Porque el equipo leonés sumó en Pontevedra su primera derrota de la temporada en su primera salida pinchando rápidamente la burbuja que fue el debut en el Reino ante el Rápido de Bouzas y demostrando que mucho debe mejorar si quiere regresar a la Segunda División. Lo debe hacer principalmente en las áreas, desprendiéndose de esa fragilidad defensiva que parece heredar del pasado junto a errores groseros y cosiendo lo que durante muchos minutos fue en Pasarón un equipo roto obligado a remar contracorriente desde muy pronto e incapaz de aprovechar la inercia positiva tras el empate dando un paso atrás y recibiendo un golpe de gracia que, por otra parte, no hubiera llegado de haber tenido más acierto de cara a la portería rival.
La anunciada novedad de Antonio Martínez por el tocado Jorge Ortiz fue la prevista única novedad de Víctor Cea en su once respecto al que lograra la victoria ante el Rápido de Bouzas, pero ya desde el inicio el equipo leonés fue consciente de que en nada se iba a parecer el debut liguero al partido de Pasarón.
Porque desde el principio se vio exigida la Cultural en defensa, con dos ocasiones para el Pontevedra en los primeros dos minutos. La más clara, la primera en la que era prácticamente la jugada inicial del encuentro. Un balón en largo a la espalda de Viti encontraba a Javi López, que llegaba antes que Palatsí al balón pero no encontraba portería pegando el esférico en el lateral de la red.
Un saque de banda que no se acertó a despejar puso el 1-0 que Aridane igualó en el rechace un remate de SaúlUn aviso más que serio para una Cultural que tardó unos minutos en hacerse al campo y al que le costó entrar en el partido también por los continuos parones que propiciaron los problemas musculares en el cuadro local, la primera del portero Edu y la segunda de un Adrián León que tuvo que ser sustituido antes de cumplirse la primera media hora de juego.
Con la posesión, encontró como principal arma la Cultural los centros laterales. A pesar de que no llegaron con toda la claridad que a los rematadores les hubiera gustado, fueron varias las ocasiones de las que dispuso el equipo leonés a través de ellos. Aridane llegando desde atrás y fallando solo en el primer palo y sobre todo Antonio Martínez al caerle un balón de Saúl en el corazón del área ante Edu perdonaron para los leoneses lo que poco después iban a pagar.
Porque de un inocente saque de banda el Pontevedra hizo el primer gol del partido tras ser la zaga leonesa incapaz de despejar el balón que le llegaba a Javi López y que tras no acertar en su remate, despistaba a Palatsí y le permitía marcar a placer el 1-0.
El golpe alertó a la Cultural, que ya sí se volcó sobre el área rival repitiendo argumentos y sin ser capaz de encontrar portería. Con Señé anulado e impreciso, el peligro llegaba por las bandas estrellándose una y otra vez ante un Pontevedra bien cerrado atrás y cómodo en su papel.
La desconexión en los segundos finales propició un gol que supone la primera derrota leonesa de la ligaEl descanso acentuó aún más ese acoso y derribo de la Cultural sobre la portería de Edu aunque con el mismo debe: la falta de acierto. Sergio Marcos, el mejor sin duda entre los leoneses, llevaba la manija del partido a la perfección pero el equipo no encontraba ese último pase definitivo. La entrada de Jorge Ortiz pareció darle algo más de aire a una Cultural que encontraría el premio a tanto remar con margen aún para confirmar la remontada. El enésimo centro desde la banda era rematado de forma sensacional por Saúl obligando a Edu a sacarlo como podía y encontrando en el rechace a un Aridane que con la puntita hacía el empate.
Con un cuarto de hora por delante, los aficionados leoneses que viajaron en buen número a Pasarón creyeron en poder darle la vuelta al partido por la inercia que éste llevaba. Pero no lo hizo el equipo. El conjunto leonés dio un paso atrás a pesar de que Cea (que hizo solo dos cambios) apostaba el todo por el todo dando entrada a Samu Delgado y retrasando a Señé a la medular incidiendo en un problema que durante muchos minutos reflejó un equipo roto, dividido y con muchos espacios que el Pontevedra podía explotar sin apenas elaborarlo.
Lo intentó con más corazón que cabeza la Cultural en esos últimos minutos porque fue el Pontevedra quien llevó más sensación de peligro a la portería de Palatsí.
Y así, cuando el partido parecía llegar a su fin, un balón perdido por Señé y que Kevin Presa conducía ante la pasividad del centro del campo leonés terminaba en un centro desde la derecha que dos jugadores entraban solos a rematar. Era Álex Fernández el héroe para la parroquia local, que ‘fusilaba’ a Palatsí para poner el despertador a una Cultural que tiene tiempo y herramientas para que lo de Pasarón se quede solo en una anécdota.