Ponferradina 0 - 1 Deportivo B: 'El Fabril enciende las alarmas en El Toralín'

La Deportiva cayó ante el filial gallego, que dominó de principio a fin y mereció golear / Una victoria en siete jornadas deja a los bercianos en el ‘play out’

Alejandro Cardenal
01/10/2017
 Actualizado a 12/09/2019
Jorge García trata de filtrar un pase ante un defensa del Fabril. | A. CARDENAL
Jorge García trata de filtrar un pase ante un defensa del Fabril. | A. CARDENAL
La Deportiva no carbura. La Copa del Rey y buenos minutos ante Castilla o Racing de Ferrol habían camuflado el mal arranque del conjunto blanquiazul, que este domingo perdió su imbatibilidad en El Toralín ante el Fabril (0-1) y enciende todas las alarmas.

Y es que más allá del resultado, los bercianos dejaron una sensación de impotencia impropia de un equipo que se dice candidato al ascenso. El Fabril salió con el descaro que pocos –quizá por el aura de equipo grande que sigue rodeando a la Ponferradina y al Toralín– se atreven a mostrar y se llevó los tres puntos con un resultado demasiado corto para el abismo que en este momento separa a ambos.

Con esta derrota, los blanquiazules no solo se alejan de un ascenso que se coloca ya a siete puntos, sino que caen al ‘play out’ y se encuentran a solo un punto de la zona de descenso.

Cuesta arriba desde el inicio


El choque, algo más que una reválida para una Deportiva que venía de empatar ante el Valladolid B, no podía empezar peor. Ya lo dice el refrán: a perro flaco, todo son pulgas. En el minuto cinco, Álvaro Moreno cometía una falta muy dudosa en el lateral del área. El Fabril, en vez de colgar el balón, presumía de pizarra y Edu, desde la frontal, la ponía cerca de la escuadra derecha de Dinu, que volaba, pero no podía hacer nada.

Con la obligación de remar a contra corriente desde el principio y la presión que supone ver cómo podía empezar a irse al traste otra temporada a las primeras de cambio, poco –más bien nada– se notó el lavado de cara del conjunto berciano. Terrazas introdujo tres cambios en la zona ofensiva, pero la Deportiva volvió a ser el equipo sin chispa e ideas que se vio ante el Valladolid B.

Ni Menudo, ni Iago Díaz, ni Pallarés ofrecieron algo diferente, eso que tanto está echando de menos el conjunto blanquiazul en estos primeros compases del curso. Y es que no hay nada peor en el mundo del fútbol que ser previsible, y por desgracia, la Ponferradina se está convirtiendo en un equipo cuyo argumento ofensivo se resume muy fácilmente: balón a la banda y a rezar.

Ni una sola combinación en la línea de tres cuartos. Solo Cidoncha, una luz demasiado tenue para el apagón berciano, trató de ofrecer algo distinto, pero lo hacía a cuarenta metros del área rival y sin socios a la vista.

El Fabril pudo golear


Así, al Fabril le costó bien poco hacerse con el timón del partido. Superioridad numérica en zona de remate y precaución en segundas jugadas fueron suficientes para desarmar a una Deportiva en la que fallaron hasta los que no suelen. La zaga, que salvo algún despiste esporádico, había cumplido con nota, se contagió de la inoperancia ofensiva y mostró su peor cara.

Jon García estuvo a punto de regalar el segundo con una cesión a Dinu que se quedaba corta, pero el cancerbero rumano deshacía el entuerto y evitaba la tragedia. Justo antes del descanso, en el enésimo balón a la espalda de la zaga, Galán se plantaba en la frontal y su disparo cruzado lo atajaba bien Dinu.

El paso por vestuarios no despertó a los bercianos. El inicio de la segunda mitad fue un monólogo absoluto de un Fabril que por algún macabro motivo, parecía no querer hacer sangre, pero jugaba con los blanquiazules como un padre juega con su hijo.

Primero Dinu, tras un triple intervención, y después el larguero, tras un disparo cruzado de Pinchi.Mantenían la incertidumbre en el marcador, el único en El Toralín que se resistía a admitir la apabullante superioridad del filial gallego, que solo sufría cuando aparecía Cidoncha.

Una hora tardó la Deportiva en probar a Cobo. El guardameta sacaba una buena mano para despejar el centro chut del centrocampista, que volvía intentarlo poco después tras una buena combinación con Saúl con un disparo que se marchaba a las nubes.

Terrazas trató de buscar la remontada con la salida del canterano, Yuri e Isi, pero salvo alguna irrupción del extremo, el guión siguió siendo el mismo; dominio casi grosero de los gallegos, que se plantaban sin proponérselo en la frontal, mientras la Deportiva sufría lo indecible para llegar al campo rival.

La Deportiva llegó a la recta final con vida y convirtió el partido en una ruleta rusa. Los últimos minutos fueron una vuelta al fútbol del partido de recreo, una suerte de ‘el que marque gana’ sin centro del campo y los blanquiazules permitiendo al Fabril llegar en superioridad mientras los Yuri, Caiado y compañía esperaban arriba un balón que nunca llegó.

Con Cobo cazando el enésimo balón a la olla de Jorge García murió un partido que deja algo más que herida a la Ponferradina.
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