La Ponferradina reacciona lejos del Toralín

Desde el empate (1-1) ante el Huesca en el mes de octubre, el conjunto blanquiazul solo había puntuado a domicilio ante equipos que ocupan puestos de descenso

Alejandro Cardenal
08/02/2016
 Actualizado a 30/08/2019
Adán Gurdiel y Acorán tratan de evitar un disparo a puerta. | LA LIGA
Adán Gurdiel y Acorán tratan de evitar un disparo a puerta. | LA LIGA
Una victoria, cuatro empates y ocho derrotas. Ese el bagaje de la Deportiva a domicilio, un botín ínfimo que le convierte en el quinto peor visitante de la categoría, superando solo a los equipos que ocupan zona de descenso.
A pesar de que el punto sumado en Zorrilla apenas varía su situación en la tabla y no sirve para poner tierra de por medio con la zona baja, el conjunto berciano mostró una imagen muy diferente a la de sus últimos desplazamientos. Le costó a los blanquiazules entrar en el partido, pero una vez le cogieron el pulso, no lo soltaron.

Esta vez no hubo despistes ni desconexiones. Alan Baró y Raillo, estuvieron de sobresaliente. La fortaleza del central cedido por el Espanyol en el juego aéreo -rozó el gol en dos ocasiones- y la veteranía e intuición en la anticipación del catalán se complementaron a la perfección, acentuando las virtudes de uno, camuflando los defectos de otro.

La recién estrenada pareja del conjunto berciano consiguió dejar la portería a cero lejos del Toralín por segunda vez en la temporada. Solo en Palamós, donde Manolo Díaz apostó por un defensa de cinco, la Deportiva había conseguido echar el cerrojo.

El empate cosechado en Zorrilla marca un cambio de tendencia por cortar la sangría de derrotas -cuatro de forma consecutiva- y de goles encajados, pero también por la envergadura del rival. Hasta el partido de Valladolid y a excepción de la visita al Alcoraz (1-1), la Ponferradina solo había puntuado encampos ‘a priori’ asequibles -Llagostera (21º), Almería (20º) y Albacete (19º)-, ofreciendo su peor versión en las grandes plazas.

Sin cambios en la clasificación


La Deportiva termina la jornada manteniendo las distancias con el Albacete. Los manchegos, que recibían al Oviedo en el Carlos Belmonte, desaprovecharon una oportunidad de oro de pegar un salto a la tabla cediendo un empate después de haberse puesto2-0 en el marcador.

El Alcorcón, próximo rival del conjunto berciano , también firmó tablas (3-3) en el partido más loco del fin de semana. David Rodríguez rescató un punto para los alfareros en la recta final del partido aguando la fiesta de un Córdoba que se puso por delante en el marcador en dos ocasiones y no consiguió una victoria que le devolviera a la segunda posición.
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