La Perimetral de Peñacorada, primera prueba de la Corona de la Montaña Leonesa

El pasado 8 de mayo (segundo domingo de ese mes, como es tradición) se celebró en Cistierna la VIII edición de la carrera de bicicletas de montaña (BTT) Perimetral de Peñacorada. Como su denominación indica, el recorrido consiste en dar una vuelta completa al macizo de Peñacorada, aunque cada año se introducen variantes a partir de un recorrido básico. Existen dos modalidades, la larga (55 kilómetros y 1900 metros de desnivel acumulado; y la corta, 35 kms y 1500 de desnivel). Siempre es una carrera de referencia en el calendario ciclista leonés y en general del Noroeste de España, pero este año se percibía entre los participantes más ganas que nunca, dado que en 2020 y 2021 no se pudo celebrar debido a las restricciones por la pandemia. También los organizadores (el Club de Montaña Los Rejos de Cistierna) pusieron especial cuidado en arreglar y desbrozar los senderos, en señalizar perfectamente el recorrido y en promocionar la carrera. Como consecuencia de ello, la participación fue elevada, 400 ciclistas llegados desde varias comarcas leonesas y también de las vecinas Cantabria, Palencia, Asturias, etc. En este sentido, destacaría que fue la edición con más participantes foráneos de cuantas recuerdo, lo cual dice mucho de la capacidad de convocatoria de esta prueba y de su proyección y creciente prestigio.

Cabe destacar que este año la Perimetral forma tríptico (bajo la denominación de "Corona de la Montaña Leonesa") con otras dos a celebrar en tierras cercanas: la BTT Alto Porma (Puebla de Lillo, 18 de junio, 1ª edición) y la Bike Xtrem Curueño, a celebrar en septiembre con salida en Valdepiélago). Aunque cada prueba puede enfocarse de forma independiente, existe también la opción de inscribirse conjuntamente en las tres y disputar la clasificación general. Se trata de una novedosa iniciativa que ha tenido una acogida entusiasta entre los ciclistas.

Así que nos pusimos el dorsal 3 años después y arrancamos a pedalear en una mañana no especialmente fresca en la que pudimos salir a "maillot descubierto" sin necesidad de chaleco para los primeros kilómetros, que suele hacer falta en nuestra comarca en las primeras horas. Primero cruzamos las calles de Cistierna y salimos en dirección a Yugueros. En estos primeros compases el pelotón suele ir agrupado, pero empezamos a alinearnos al cruzar el túnel por debajo de la ronda, que hizo de embudo, y la pronunciada cuesta siguiente. Tras coronar un collado, bajamos por un divertido sendero (incluso vertiginoso en algunos tramos) hasta el puente del Mercadillo, que cruza de Sorriba a Modino y es uno de los más antiguos y bellos sobre el río Esla. Ya desde Sorriba empezamos a subir hacia Valmartino por un camino carretero antiguo y después cruzamos hacia Quintana del Monte, un pueblo casi deshabitado pero que conserva una hermosa espadaña de la iglesia, cuya nave está derruida. De allí se avanza por la ladera sur de Peñacorada hacia Robledo de la Guzpeña (pueblo bien cuidado y con nutrido avituallamiento) y tras cruzar senderos y vadear arroyos se va rodeando la vertiente oriental de ese macizo, pasando por el paraje de Los Tientos, para llegar hasta el Otero de Valdetuéjar y remontar hasta uno de los enclaves más representativos de esta ruta: el santuario de la Virgen de la Velilla. Recuerdo que las campañas tocaron justo cuando pasábamos. Se atraviesan las empinadas calles de La Mata de Monteagudo y desde El Ordeñadero de ese pueblo se inicia una de las subidas más largas y pindias de la carrera: 4 kilómetros a una media del 7,5% de desnivel. Se corona el llamado Castillón de Fuentes (uno de los puntos más altos de la ruta, superando los 1400 m.) y se desciende precisamente hacia Fuentes de Peñacorada por los restos de la calzada romana, de modo que se trata de una bajada poco cómoda en la que la bici va botando constantemente y hay que mantener en todo momento la concentración y sujetar bien el manillar para evitar caídas. No es infrecuente que se acaben entumeciendo las manos en esas bajadas. Tras cruzar Fuentes, se vuelve hacia la cara norte de Peñacorada por una pista y nos adentramos en el monte que lleva hacia el mirador de Los Rejos, ya casi encima de Cistierna. La bajada desde allí es ya rápida y vertiginosa por la pista del pinar y se entra en la villa de San Guillermo por el parque infantil y la residencia, para entrar bajo el arco de meta situado en la plaza del ayuntamiento. Afortunadamente el avituallamiento de llegada es generoso y permite recuperarse gustosamente del esfuerzo.

En definitiva, un recorrido muy completo, variado y divertido por robledales y hayedos y pueblos guapos. Y cabe destacar el esfuerzo de desbroce de veredas y de señalización realizado por la organización en los días previos, sin el cual no sería posible tanto disfrute a pedales.

El vencedor en categoría masculina fue Roberto Fernández, del Club MTB Torrelavega (Cantabria), que completó el recorrido en 2 horas y 48 minutos. Le acompañaron en el podio David Ovín y Óscar Reguera, solo separados entre sí por unas décimas de segundo. En la categoría femenina se alzó con la victoria Cintia Rodríguez, leonesa de la ribera del Esla y del equipo Mitto X-Sauce, ciclista destacada desde hace varios años en carreras de todo el Noroeste de España. Registró un tiempo de 4 horas y 4 minutos. La secundaron en el cajón Cristina Díaz y Victoria Santamaría.

De los participantes de la comarcal, el más destacado fue Enán Crespo, de Fuentes de Peñacorada, que llegó entre los 25 primeros, lo cual no tiene poco mérito dado el alto nivel de los participantes. Sin embargo, en declaraciones a este medio ha manifestado que aspiraba a un mejor puesto en esta carrera (que pasa prácticamente por delante de su casa) y que espera mejorar posiciones en la marcha de Puebla de Lillo, la cual se propone preparar sobre el terreno concienzudamente.