La contaminación de los ríos

Con los caudales de los ríos naturales a la baja aflora la basura depositada en los diferentes cauces de la provincia

Rodrigo Prado Núñez
19/06/2021
 Actualizado a 19/06/2021
Los Amigos del Mocho, durante una de sus ‘facenderas’. | R.P.N.
Los Amigos del Mocho, durante una de sus ‘facenderas’. | R.P.N.
Al buen pescador le gusta encontrar los ríos limpios y es por esto que dedica tiempo a limpiar aquellas zonas que más frecuenta y disfruta. Cuando va a pescar porta una pequeña bolsa y destina unos minutos a recoger esa basura más prolija. Si encuentra algún trasto voluminoso lo aparte del río para en otra ocasión retirarlo. Piensa que, como somos muchos pescadores, si todos lo hicieran se notaria, solo es un pequeño acto de civismo solidario. Sabe que esto no es la solución al problema, pero también sabe que es de las pocas cosas que puede hacer por el río en agradecimiento por todo lo que le da. Lo hace por si genera conciencia ambiental, por la pesca, los peces y demás habitantes del río.

Creo que fue Heráclito el que dijo; «No te puedes bañar dos veces en el mismo río». Claro, porque se está renovando continuamente. Pues aprovechemos esta circunstancia tan especial para lograr que su constante cambio sea cada vez más sano, más limpio, más natural, más libre y más vivo. Es preocupante ver cómo los ríos se convierten en vertederos sin que se tomen medidas serías para evitarlo. Ante la evidente dejadez de las instituciones, no queda otro remedio que dar un paso adelante y hacer lo que buenamente se puede. Si tienes un río cerca para disfrutarlo también tienes la obligación de defenderlo, protegerlo y cuidarlo.

La basura no llega sola; los escombros de obras, los enseres inservibles, los plásticos y toda clase de residuos son arrojados, por domingueros, por gentes del lugar o próximas que ven esto más fácil que echarlo al contenedor o llevarlo a un punto limpio.

El primer domingo de cada mes en San Marcos se citan ‘Los Amigos del Mocho’ para recoger basura en la capitalLa contaminación de los plásticos. Un progreso industrial desmedido está despreciando las reglas más básicas para una vida en concordia con el medioambiente. Los plásticos, dioxinas y metales pesados están presentes en nuestros ríos y mares de una forma alarmante, pero seguramente los plásticos son los que más abundan y mas alarma crean. Todo es plástico. La cadena alimentaria de los peces y demás animales está saturada de micro-plásticos y demás componentes contaminantes. Así es que nosotros como estamos en la cima de la pirámide somos contaminados por nuestros propios residuos. «Entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas de basura plástica van a parar a los océanos cada año, según la investigación liderada por la investigadora de la Universidad de Georgia (EEUU) Jenna Jambeck». «En los últimos 10 años hemos producido más plástico que todo el producido en el siglo XX. La mitad del plástico que utilizamos no es reciclado».

Estos datos son muy preocupantes, pero a los que frecuentamos los ríos no nos sorprende nada. No nos impresiona porque vivimos de cerca la base de esa inmundicia. Los ríos que son las vías de comunicación con el mar también hacen de transportadores de plásticos y residuos, amen de los que se vierten directamente al mar, en playas y acantilados.
Muchas son las gentes, desde hace tiempo, que alertan de esta situación y reclaman medidas que corrijan esta deriva que nos lleva a la destrucción de un mundo que no es nuestro y que debemos de respetar.

Los pescadores, habituales de los ríos leoneses, ven como cada vez más basura se acumula en los caucesLos que pescamos asiduamente estamos acostumbrados a ver en nuestros ríos de todo y es que los ríos son usados como contenedores de basura, solo se salvan esos pequeños riachuelos de montaña porque están fuera del alcance de nuestro comportamiento humano.

¿Es un problema de control, de cultura o educación? Pienso que de todo un poco o un mucho, pero sin una educación medioambiental todo lo que se haga será en vano y acabaremos pescando y lo que es peor comiendo el desagradable plástico…eso sí, de todos los colores.

El primer domingo de cada mes, a las 10:30 horas, en la bolera de san Marcos, es la cita de los ‘Amigos del Mocho’, un grupo de ciudadanos de todas las edades que se encarga de recoger la basura que se acumula a orillas del río Bernesga a su paso por la capital, dejándola preparada en bolsas para ser recogida por los servicios de limpieza. Es un ejemplo de muchos colectivos que durante todo el año hacen limpiezas en las márgenes del río. No es obligatorio apuntarse a esas limpiezas convocados por asociaciones, clubs de pesca o grupos de pescadores, no, pero al menos no dejar nuestros desechos y no solo por trasmitir ese mensaje de conciencia ambiental, sino también por nuestra satisfacción personal.

Los sedales y plásticos tardan más de un siglo en degradarse y se convierten en micropartículas que serán ingeridas por la fauna que habita en el ecosistema fluvial, pero si son botellas tardan unos 700 años. El vidrio tarda 4.000 años y las colillas más de dos. El papel de aluminio 10 años y los botes de bebida igual. Debemos de contribuir con la preservación de nuestros recursos naturales, los beneficios ambientales también son sociales y económicos. El jardín de Dios se ha convertido en el basurero del hombre. -Anthony T. Hincks.
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