Fran Castrillo: "¿Podemos dejar morir este gran legado?"

Con 400 gallos de pluma en La Mata de la Bérbula, este joven criador considera "impresentable poder dejar morir el legado de esta raza única"

Fulgencio Fernández
21/05/2021
 Actualizado a 21/05/2021
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Francisco Castrillo, Fran, se muestra convencido de que nadie le podrá echar en cara que no se preocupa por su pueblo, La Mata de la Bérbula, del que es presidente y donde regenta el único bar de la localidad, precisamente para que no desaparezca. «Mi oficio es otro, tengo una empresa de espectáculos, pero soy consciente de que si en un pueblo pequeño como éste desaparece el último bar la pérdida es irreparable. Un bar es mucho más, es el punto de reunión, el lugar donde buscar algo que necesitas, el de jugar la partida... lo que no es, seguro, es un negocio».

Con esa misma filosofía cada Navidad se empeña en convertir a este pequeño pueblo del municipio de Valdepiélago en unreferente y lo viene logrando, incluso este año en plena pandemia, con «el único Belén vertical», que ciertamente llamó a muchos visitantes de los pueblos vecinos, como lo había logrado un año antes con «el Belén invertido».

- ¿Y para el año que viene?
- Pues ya le ando dando vueltas.

Con estas ideas sobre la vida en los pueblosse planteó una pregunta, al ver que no corrían los mejores tiempos para el futuro de uno de los grandes activos de la comarca, los famosos y reconocidos gallos de pluma del Curueño. «¿Podemos permitirnos dejar morir un legado como este, tenemos una raza única y no hacemos nada si corre peligro? Sería impresentable dejar morir un legado tan valioso».

Y se puso manos a la obra, con otros jóvenes de otros pueblos del mismo municipio de Valdepiélago. «Yo soy muy de hacer y ya tengo algo más de 400, entre gallos y gallinas, entre pardos e índios».

E insiste en la riqueza y la peculiaridad de estos gallos, habla de su leyenda desde el histórico Manuscrito de Astorga, recuerda la frase acertada de un escritor: «Diríase que los coloridos de las plumas de los inigualables gallos del Curueño alcanzan el paroxismo del arco iris» y para ponerle nombre a esos colores habla de corzuno claro, penca fina, penca rojiza, tostado,flor de escoba, langareto, rubión, negrisco... mientras explica: «Tampoco lo veo como un negocio para mí sino como un legado para generaciones venideras, para que se puedan dedicar a esto, seguir criando...».

- ¿Y no se dan fuera de esta zona?
- ¿A ti que te parece?
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