Era una de los puntos fuertes del equipo y lo que le hacía estar tocando el ascenso directo con la yema de los dedos, pero ahora es todo lo contrario.
Ya en los último partido de Vélez el equipo mostró una fragilidad defensiva que no era normal en la plantilla, sobre todo, se vio en Fuenlabrada, aunque ante el Celta y Lugo se estuviera bien, pero no se atacaba. Ahora con Juanfran es todo lo contrario, al ir más al ataque, desproteges más a la línea de cuatro de atrás, lo que provoca que el rival llegue con más espacios o que la Deportiva ‘regale’ goles, que es mucho peor.
Mirando los datos el mes de marzo ha sido en el que más goles se han encajado con un total de cinco, sumándole además que cuatro de ellos te los hacen rivales que no están en la lucha por el ascenso o el ‘playoff’ que lo complica todo más.
Los otros dos meses con más goles fueron el de octubre en el que los cuatro partidos fueron de máxima exigencia, Nástic, Real Unión, Deportivo y Cultural y el mes de enero donde empezó el gran bajón del equipo y donde la visita de Riazor se notó mucho.
La Deportiva cerró marzo con más goles que en el resto de la temporada, cinco y todos por errores defensivos
Cinco goles repartidos entre Fuenlabrada en el que el primero de ellos es un penalti de categorías de fútbol base de Igbekeme y en el segundo tanto Nil, como Leal y Andújar muestran una baja tensión defensiva y dejan entrar y rematar a Sergio Benito.
Ante Celta y Lugo no se encajó, pero tampoco se remató a puerta. En Tarazona sí que se tiró a puerta, pero de nuevo los errores atrás marcaron un antes y un después en el partido. El primer gol viene de un saque de banda en el que Álex Gil acaba rematando a la altura del punto de penalti completamente solo y el segundo llega en un córner al primer palo en el que Andoni no es capaz de molestar a Trilles o por lo menos evitar que no remate y se anota el segundo.
El Fuenlabrada y el Tarazona se suman al Deportivo y Cultural como únicos equipos que le han metido dos goles
Con estos se había empatado el peor mes a nivel de encajar goles, pero todavía quedaba un partido, el más transcendental de todos, Nástic. Se tiró a puerta y se perdonó, para luego terminar pagándolo, con otro error defensivo y ya van cuatro goles por errores propios, más lo que no acaban en gol.
Marc Fernández se incrustó entre Sibille, al que el estar casi 3 meses fuera del once le pesó en los minutos finales, y Andoni, que su rendimiento ha caído en picado, para rematar solo al segundo palo y poner el partido patas arriba tras el descanso. El equipo tira más, sí, pero encaja como nunca, se ha perdido la esencia que Vélez había instaurado.