El frío que hacía este domingo y volver a jugar con equipos que, como la Cultural, tienen que presumir de la Catedral y poco más nos bajó de la nube delos fastos por recibir a Zidane y los zidanines. Aunque nos quede devolver la visita... y si marcamos pronto.
Vuelve a la comida previa al viaje al estadio la pregunta de la ironía:
- ¿Qué mítico nos visita hoy?
- Ojo, que sí es mítico el Burgos. España lo recuerda en Primera y al presidente saltando a pegar al árbitro disfrazado con peluquín... que se le cayó.
Cosas de Martínez Laredo, pero parecían actuales cuando de camino al estadio cuatro —o cinco— tontos de solemnidad nos increpan (a nosotros y a más), se decían ultras del Burgos. Yaunque creáis que en Ponferrada no razonan desde allí llega una pregunta muy sensata:«¿Qué tipo de trauma puede tener alguien para dedicar su vida a ser ultra del Burgos».
No tengo respuesta. Empieza el partido. Me tocan la lado los de los medios de comunicación de Burgos que preguntan lo habitual, «para quién miramos».
Preguntan por lo que siempre se ha llamado «el amo el prao». En tiempos cuando venía un calvo en el equipo contrario (Terente el del Langreo, por un decir» crecía la sospecha:«Va a ser el amo el prao». Pero ayer no estaba tan claro y al ver cómo camina, manda, levanta la mano, corrige, otea, controla y gobierna el central crece la certeza entre todos.
- Sí, ése, Zuiverloon.
«Llámale Gianni» le digo por ser amable. «¡Llámale ostias!», dice airado, y es que en ese momento la grada grita el gol, el primero, el que acaba con la incertidumbre de si iba a ser ayer el día que se rompía la racha.
No era. Se notaba y eso que el dispositivo de Manix (qué quieres, se llama así), el frío y que nada es eterno cuando es bueno, y menos en León, nos hacía maliciar cosa.Rubén de la Barrera se hizo con el mando, qué tío, cómo combina, ¿el juego? no, él, abrigo impecable y zapatillas deportivas, como debe ser, arreglao pero informal.
Y sigue mandando el amo. No está calvo pero los guajes le llaman «el abuelo»porque ya casi llega a los treinta y un abuelo es un abuelo.
Yaquello se veía que engordaba. Goles anulados que nadie protestaba —«bueno anda»—, postes, Colinas que está de premio, como el su tocayo el poeta... y sólo faltaba el genio de la lámpara. Y salió. Diga Gallar.
Si marcamos pronto en Madrid...
Es lo que llaman ‘El amo el prao’
Contracrónica / El gol del central de la Cultural acabó con la incertidumbre de cuando se podría romper la racha, dejaba claro que no era este domingo
28/11/2016
Actualizado a
31/07/2019
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