El último baile de Carolina

La gimnasta leonesa buscará hoy el adiós perfecto a su carrera tratando de clasificarse para la final olímpica que se disputará mañana en Río

J. A.
18/08/2016
 Actualizado a 19/09/2019
Carolina Rodríguez posa con el símbolo de los Juegos Olímpicos en el pabellón en el que hoy competirá. | L.N.C.
Carolina Rodríguez posa con el símbolo de los Juegos Olímpicos en el pabellón en el que hoy competirá. | L.N.C.
Ni ella misma soñaba hace poco más de un año estar hoy en Río de Janeiro a punto de disputar sus terceros Juegos Olímpicos, pero el destino le tenía preparado un fin de fiesta especial, a lo grande, en la mayor competición del mundo para cualquiera que ha dedicado su vida al deporte de élite.

CarolinaRodríguez se despedirá en la cita olímpica de la rítmica al más alto nivel, pero no quiere que eso ocurra hoy, sino mañana. Irse a los 30 años, siendo la gimnasta más longeva en participar en unos Juegos, podría ser un premio más que suficiente para casi cualquiera. No para Carolina, que no tratará de irse como una más sino estando entre las mejores del mundo.

Por tanto, hoy disputará la clasificación con el único objetivo de estar entre las 10 mejores y disputar mañana sábado la final. Será una cita atípica en el sentido en el que supone disputar los cuatro aparatos en un mismo día, dos por la mañana y dos por la tarde, cuando en el resto de citas se celebran a lo largo de dos o tres días.

Carolina es la undécima en el orden de salida de una competición que comenzará a las 15:20 horas y disputará todos sus aparatos en un díaAbrirá fuego Carolina por la mañana con aro y pelota, para por la tardecontinuar con maza y cintas. El concurso se iniciará en torno a las 15:20 horas, con Carolina la décimoprimera en el orden de salida. A partir de las 16:50 horas será el turno de la pelota, desde las 19:50 las mazas y la leonesa terminará su competición con el que es su aparato predilecto, la cinta, que tendrá lugar a partir de las 21:20.

Será el fin de una carrera que se ha hecho hueco en la historia por su singularidad, ya no solo por la longevidad de la misma, sino también por la de la relación entre deportista y entrenadora que mantiene con Ruth Fernández, que como no podía ser de otra manera ha viajado con ella a Río a este último gran viaje.

«Llevo con ella desde los siete años. El factor emocional influye muchísimo. A veces nos cuesta separar esa raya entre las emociones y el entrenamiento profesional. En algunos momentos hemos chocado por ese tema. Pero me siento tan identificada con ella que es como un tándem perfecto», dice a Efe la gimnasta, la más veterana entre las participantes en los Juegos de Río.

«Ella me transmite todas sus ilusiones y yo intento hacerlo lo mejor posible, ya no solo pensando en mí de forma egoísta, sino en ella, en que no la quiero defraudar», asegura.

«Para saber lo que es Ruth para mí, hay que decir que yo de pequeña veraneaba con ella, íbamos juntas de vacaciones. Es muy especial. Mis padres son los que me han educado, pero han delegado muchas cosas en ella, en lo deportivo pero también en lo personal. Y gracias a ello estoy donde estoy. Mis padres saben que ella quiere lo mejor para mí y tengo que darles las gracias por haber confiado en Ruth para que yo sea la gimnasta que soy hoy en día», señala Carolina Rodríguez.

Lo que salga hoy, y a buen seguro que mañana, del tapiz será cosa de las dos, y será el final de un círculo que se cierra de la mejor de las maneras posibles.
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