El talento palentino brilla en León

Seguramente ni María Sancha ni Ania Ramos se imaginaban cuando comenzaron a jugar a balonmano que iban a compartir vestuario en un candidato al ascenso a la Liga Iberdrola como es el caso del Rodríguez Cleba. Sin embargo, con solo 18 años, ambas son piezas clave del conjunto que dirige Guillermo Tarrazo y de hecho son las máximas goleadoras del equipo leonés en este inicio de temporada en el que son segundas tras haber perdido solo un partido ante el líder, el San José Obrero de Lanzarote.

Sancha y Ramos se conocen desde niñas, cuando comenzaron a jugar a balonmano en el Fuentes Carrionas, un referente del balonmano autonómico fuera de las ciudades. Y es que en Velilla del Río Carrión y en los pueblos de alrededor este deporte es prioridad para muchas chicas. Sancha, del propio Velilla, ha sido habitual en las selecciones autonómicas llegando a ser la máxima goleadora del Campeonato de España juvenil. Ramos, de Santibáñez de la Peña, a unos 20 minutos de allí, además compagina la pista con la playa que como ella misma define «es más espectacular para cuando se acaba la temporada».

Las dos fueron piezas clave en su equipo el pasado año, llegando a pelear con las mejores canteras de España en el Nacional de clubes y en virtud al acuerdo firmado por el Rodríguez Cleba y el propio Fuentes Carrionas desembarcaron este año en León una vez acabado el instituto.

Comparten equipo desde niñas en el Fuente Carrionas, donde compitieron de tú a tú con las mejores canteras de España«Fue todo muy rápido y la verdad que al principio vienes con un poco de miedo por el cambio, pero te reciben con los brazos abiertos, te lo ponen todo súper fácil y está siendo todo muy sencillo», asegura Sancha, que compagina los estudios de un grado superior con el balonmano sabiendo que esa es su prioridad «porque sé que no voy a vivir del balonmano, sería un sueño». Una prioridad que también tiene Ania Ramos, que no solo estudia un módulo de Farmacia sino que además está matriculada en Historia en la UNED: «Se compagina bien, al final vamos a clase por la mañana y entrenamos por las tardes, hay tiempo para todo».

Ramos ya había disputado el año pasado un par de partidos con el Rodríguez Cleba, mientras que Sancha entrenó con el equipo unos días antes del verano reconociendo que ya el anterior técnico Goyo Casado «nos había dicho que tenía interés en que viniésemos a jugar aquí». Desde luego que la adaptación ha sido buena para ambas, siendo clave en este inicio de temporada especialmente en partidos como el de Oviedo, donde el Cleba ganó liderado por el acierto ofensivo de ambas.

«La verdad es que no esperaba jugar tanto y marcar tantos goles», confiesa Sancha, que suma 39 tantos en 8 partidos durante su primer año en la División de Honor Plata en la que ya había debutado Ramos, a la que esa experiencia reconoce «haberla servido» para mostrar un mejor nivel esta temporada en la que ya lleva 36 en otros tantos encuentros.
Ambas se marcan por el momento el objetivo de «disfrutar con el balonmano», aunque Sancha sí que reconoce soñar «con ir a alguna convocatoria de la selección española y jugar en División de Honor, si puede ser con el Cleba mucho mejor».

La química entre ambas se ve en la pista y se consolida fuera de ella, ya que viven juntas en la Residencia de la Asunción y comparten horas no solo de balonmano sino de estudio y ocio: «No salimos mucho, casi vamos del instituto a la residencia y a entrenar, pero la verdad es que León está muy bien porque veníamos de vivir en nuestros pueblos y cambia bastante, hay gente que te reconoce por la calle y te dice ‘anda, si eres la del Cleba’, estamos contentas aquí».

El talento palentino brilla en León y los que se quieran acercar cada 15 días al Palacio de los Deportes pueden ser testigos directos de la progresión de dos jugadoras con un futuro muy prometedor por delante, con el Rodríguez Cleba una vez más como trampolín de jugadoras que han triunfado en la élite.