El 'picorsito'

No tengo muchos vicios, al menos no de los ilegales o de los excesivamente caros. Lo más parecido a una adicción a lo que me he enfrentado –y enfrento – son las puñeteras Ligas Fantasy, un pozo de frustración que, independientemente del deporte en cuestión, se encarga de recordarme una y otra vez dos cosas: La primera, que no tengo ni puñetera idea de nada en general; la segunda, que soy bastante gafe.

He de decir que lo segundo me molesta bastante más que lo primero, que ya lo tengo asumido hace tiempo , sobre todo cuando aparece un personaje habitual en las comunidades de este tipo, elmaldito genio de la lámpara, ese amigo –en esta sección trabaja uno de ellos, pero los hay en todas partes y son fácilmente detectables por su fetiche con los defensas lanzadores de penaltis – que da igual lo que fiche, automáticamente se convertirá en la revelación del campeonato, se postulará al balón de oro o se revalorizará como tal mientras tú te limitas a esperar que jugador de tu plantilla da positivo por Covid esta semana.

Total, que el año en el que se alinearon los astros y pude asumir ese papel, una suerte de sexto sentido se activaba cada vez que a mi móvil llegaba una notificación de un partido en el que alguno de mis hombres se batía el cobre.Yo le llamaba el ‘picorsito’: todo lo que podía salir bien salía todavía mejor.

Pues bien, hace unos días y gracias a la Deportiva conocí su reverso tenebroso, una inexplicable certeza de que independientemente de lo que pase en el verde, algo se va a torcer.

Y menos mal que contra el Alcorcón –menudo crimen de partido – hubo algo de justicia divina y Kaxe recuperó tres de los tropecientos puntos que se nos llevan escapando a última hora desde el año pasado. Fue la excepción que confirma la regla. Porque contra el Mallorca, incluso con el equipo dando buen ‘feeling’ en algunos momentos, el desenlace llegó a ser previsible.

Y es que esa película ya la habíamos visto no hace tanto, con otro ex Primera sobrado de pegada que tampoco dejó margen para ‘Alcorconazos’ y cuyo fantasma pareció estar muy presente en el subconsciente de los bercianos.

Sea como fuere, sí, lo fácil es ver ahora la botella medio vacía. Cuatro derrotas en cinco partidos no son números para echar cohetes y esos momentos de lucidez que nos ilusionan a todos sirven de poco si los puntos se siguen escapando semana sí y semana también. Pero les voy a contar un secreto, el ‘picorsito’ no es infalible.

Estas son las mismas sensaciones de aquel febrero de 2019 en el que un par de reveses nos bastaron a algunos para poner en duda el proyecto que solo unos meses después la lió en Cartagonova y en el Rico Pérez. O las que antes del partido ante el Almería nos hacían temer el regreso al infierno.

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, pero una tercera ya sería vicio, y con los Fantasy ya voy servido.