El lobo aúlla en la montaña leonesa

El ‘lobito’ Burmann, primer sudamericano en llevarse la Vuelta a León tras imponerse también en la cronoescalada de las Cuevas de Valporquero

Jesús Coca Aguilera
23/07/2016
 Actualizado a 18/09/2019
Pódium final de la Vuelta a León, con Burmann recibiendo el maillot. | FRAN SABUGO
Pódium final de la Vuelta a León, con Burmann recibiendo el maillot. | FRAN SABUGO
La montaña leonesa es tierra de lobos. El 18% de las manadas de toda España conviven ahí a lo largo de todo el año, si bien ha sido un ‘lobito’ diferente el que ha aullado con fuerza en ellas durante esta última semana.

Porque ése es el apodo con el que se conoce a la gran ‘perla’ del ciclismo chileno, Wolfgang Burmann, que demostró que es un nombre a tener muy en cuenta en el futuro y, tras 27 ediciones, se convirtió este sábado en el primer corredor sudamericano en inscribir su nombre en el palmarés de la Vuelta a León.

Cada vez que la carretera se ha empinado, el nieto del famoso director de cine Miguel Littín ha demostrado que iba un punto por encima del resto. Cogió casi un minuto de ventaja en la subida al Cueto Rosales de la segunda etapa con la que se puso la carrera de cara, despejó dudas sobre si alguien podía dejarle en la ascensión al Alto de la Mina de la cuarta atacando directamente él aunque estando a más de 40 kilómetros de meta se quedara en nada, y por último redondeó su extraordinaria carrera defendiendo a lo grande el maillot amarillo en la dura cronoescalada a las Cuevas de Valporquero.

Óscar González ascendió con una gran crono del octavo al tercer puesto del pódium; Antonio Soto fue segundo No sólo mantuvo el liderato, sino que logró su segunda victoria de etapa. Nada de especular o dosificar pensando en evitar una ‘pájara’ que pusiera en peligro la general. Desde el tramo en llano entre Vegacervera y Felmín hasta el duro ascenso hasta Valporquero. ‘Lobito’ Burmann apretó de principio a fin y, con un gran tiempo de 19 minutos y 6 segundos, se llevó el triunfo con comodidad, permitiéndose celebrar la doble victoria al entrar en meta, y sacándole al segundo, Óscar González del Campo, delEuskadi, 16 segundos; y al tercero, Martín Bouzas, delFroiz, 23. Todo un mundo para los apenas nueve kilómetros de que constaba la etapa.

Gran éxito para el chileno de 25 años, que cuenta con un gran palmarés en pruebas disputadas en su país y que ahora, tras dos ‘tiros al palo’ en Ávila yZamora, donde acabó segundo, logra el triunfo más importante de su carrera. Y por supuesto también para su equipo, el Kuota Construcciones Paulino, que durante muchos años fue de los más débiles que venían a las rondas leonesas, pero ha pasado de ‘oveja’ devorada por el pelotón a ‘lobo’ que se ha comido al resto.

Dónde sí hubo movimiento fue en el pódium. No en el segundo escalón, donde Antonio Soto, del Aldro, fue durante toda la carrera el más fuerte de los mortales y confirmó su posición tras ser quinto en la cronoescalada; pero sí en el tercero, donde Óscar González hizo valer su gran crono para ascender desde el octavo al tercer puesto pese a que partía con 46 segundos de desventaja sobre José Almagro.

Ellos coparon los puestos de honor. Con mayor o menor fortuna, ‘grandes’ del pelotón actual como Nairo Quintana, Wout Poels oBauke Mollema mostraron sus credenciales en la última década en la Vuelta a León antes de comenzar a brillar el pelotón profesional. Un ambicioso espejo en el que debe mirarse un ‘lobito’ que quiere poner a Chile en el mapa del ciclismo. 

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