En las tres ocasiones en las que los blanquiazules consiguieron ser de plata, tampoco fue un camino de rosas. La excepción que confirma la regla se dio en la temporada 2009/2010, la única en la que Deportiva llevaba mejores números a estas alturas de Liga. Con 17 puntos –cinco victorias y dos empates–, el equipo que dirigía Granero arrolló desde los primeros compases de curso y terminó la temporada con nueve puntos de ventaja respecto al segundo clasificado, el Eibar.
En 2011, la Deportiva llegaba a octubre también con once puntos en su casillero tras conseguir tres victorias, dos empates y dos derrotas, lo que la colocaba en la sexta posición a seis puntos del líder
Sin embargo, tanto en el ascenso conseguido en la 2011/2012, como en el ‘pionero’, el de la 2005/2006, la Ponferradina no tuvo un arranque idílico. De hecho, los de Manolo Herrero calcan los números de su último retorno a Segunda División. En 2011, la Deportiva llegaba a octubre también con once puntos en su casillero tras conseguir tres victorias, dos empates y dos derrotas, lo que la colocaba en la sexta posición a seis puntos del líder –ahora se encuentra a ocho del Racing– y dos de la zona de ‘playoff’. Aquel equipo marcaba menos que el actual, pero a cambio también encajaba menos. Los de Claudio Barragán consiguieron meterse en el ‘playoff’ como segundos, a ocho puntos del Mirandés.
Respecto a la temporada que convirtió a Fran en leyenda, los bercianos, que entonces todavía no entraban en las quinielas como favoritos, terminaban la séptima jornada en la octava posición con nueve puntos, a seis del cuarto puesto en el que terminarían la Liga.
Aunque empezar con el pie izquierdo no impidió conseguir el ascenso, sí fue un lastre a la hora de pelear por el primer puesto que solo consiguió en la 2009/2010. Esta temporada, en su regreso a la división de bronce tras cuatro temporadas consecutivas en la LFP, el conjunto berciano se había fijado como principal objetivo un liderato que se ha complicado tras tropiezos como el del sábado en Mieres.
«Es pronto para alarmarse»
Ante las primeras alarmas que sonaron ya tras la derrota en el derbi y la eliminación copera y que volvieron con fuerza tras el empate en Mieres ante un Caudal que jugó durante más de una hora con diez, la plantilla no pierde la fe en sus posibilidades.
Cidoncha, que fue el autor del segundo tanto en el Hermanos Antuña, reconoce que el empate dejo «un sabor amargo», pero cree que una victoria en El Toralín ante el Guijuelo haría bueno el punto.
Y es que el centrocampista madrileño recuerda que todavía «queda mucha temporada» y que «no hay que alarmarse». «Hay que seguir confiando en este equipo, va a conseguir el objetivo», sentencia.