Deportiva 1 - 0 Pontevedra: 'Un partido de infarto, un héroe inesperado'

La Ponferradina volvió a ganar seis jornadas después gracias a un gol de Pallarés en la última jugada que hizo justicia a la mejoría de un equipo que fue de menos a más

A. Cardenal
29/10/2017
 Actualizado a 06/09/2019
Cidoncha pelea un balón con Berrocal. | A. CARDENAL
Cidoncha pelea un balón con Berrocal. | A. CARDENAL
La Deportiva ha despertado. El conjunto berciano tumbó al Pontevedra (1-0) y puso fin a una racha de seis jornadas sin ganar, refrendando, en una buena segunda mitad, la mejoría que ya mostró en Copa.

Tras una primera parte que hacía temer que los blanquiazules volvieran a dar la de cal, llegó una reacción que mostró a un equipo que combinó fe y fútbol. Eso sí, el gol se hizo esperar. En la última jugada, Pallarés, que en las últimas jornadas ha pasado a tener un papel secundario, se convirtió en el héroe de la resurrección con una chilena que desató la locura.

Con los tres puntos, la Ponferradina abandona el farolillo rojo que ocupaba antes de empezar el choque y aunque no sale de la zona de descenso, da la vuelta a la nefasta dinámica que le había arrastrado al pozo de la tabla y empieza a levantar cabeza.

De menos a más


Si la Deportiva quería coger el rebufo de la victoria ante el Villarreal, el arranque del choque fue todo un frenazo. El conjunto berciano no tuvo la intensidad ni la frescura que mostró ante el submarino amarillo y volvió a las andadas; juego lento y previsible en ataque y muchos problemas en defensa.

Y eso que Carlos Terrazas apostó por un once que salvo la entrada de Caiado por Iago Díaz, mantuvo la esencia –en cuanto a nombres– del que se reconcilió con El Toralín en Copa. Saúl, Fernando Román y Yuri repetían titularidad y Jorge García lo hacía como enganche, pero el resultado fue decepcionante.

Esta vez los blanquiazules no se atascaron en los metros finales, si no que el cortocircuito se produjo mucho antes. El Pontevedra, con un viejo conocido como Berrocal en punta, copió la estrategia de Terrazas ante el Villarreal y presionó la salida de balón, obligando a Jon García a rifar una pelota tras otra ante la desesperación de Cidoncha o Jorge García, mucho más cómodos cuando el partido no se convierte en un frontón.

Con los arquitectos de la Ponferradina en fuera de juego, la salida fácil volvió a estar en las bandas, pero el bombardeo no lograba derribar la muralla gallega, muy cómoda, salvo alguna acción a balón parado, durante todo el primer acto. De hecho, el Pontevedra bien podría haberse ido al descanso con ventaja en el marcador. Ya en el minuto dos, Dinu, el mejor con diferencia en este comienzo de curso, aparecía con una parada salvadora ante Marcos y evitaba que los blanquiazules tuvieran que volver a remar a contracorriente desde el principio.

Por parte de la Deportiva, un disparo lejano de Andy que se envenenaba tras botar delante del cancerbero y un remate de cabeza de Jon García fue lo más peligroso de una primera parte marcada por las imprecisiones de unos y otros.

Reacción tras el descanso


El paso por vestuarios sentó como agua de mayo. Los de Carlos Terrazas salieron mucho más enchufados y asediaron desde el primer minuto la portería gallega. Con la entrada de Salinas en lugar de Caiado y Jorge García de nuevo en banda,los bercianos empezaron a combinar y renunciaron a colgar balones de forma indiscriminada.

Faltó puntería. En los veinte primeros minutos de la segunda mitad, la Ponferradina tuvo ocasiones para golear, pero unas veces la inspiración del guardameta rival y otras la falta de instinto asesino dejaron sin premio el monólogo.

Abría la veda Yuri con un remate de cabeza que salía mordido, pero se marchaba a centímetros del palo. Poco después, Jorge García, tras una gran triangulación en la frontal, recibía el balón en el interior del área, pero se precipitaba y su disparo se marchaba muy desviado. La más clara fue para Andy, el centrocampista, tras otra buena jugada colectiva, se plantaba mano a mano ante Edu, que se lucía para mantener el empate.

En la última jugada, Menudo colgó el balón, que le llegó a Pallarés tras una segunda jugada y sin ángulo ni opciones, se inventó una chilena que devuelve la ilusión al Toralín

El Pontevedra, tras el asedio, trató de estirarse y volver a mirar hacia la portería de Dinu. Álex González, tras un contragolpe, estrellaba su trio en Jon García cuando se disponía a encarar al guardameta rumano y poco después un disparo de Mongil tras un saque de esquina salía lamiendo el travesaño.

Tras el respiro de los gallegos, la Ponferradina volvió a hacerse con las riendas del choque y, consciente de que el empate de poco o nada le servía tras un mes de octubre para olvidar, apretó en la recta final.

Jorge García acarició el tanto con una falta esquinada que rozaba el larguero y dio paso a unos últimos minutos de infarto. Y es que después de que el Pontevedra se quedará con diez a cinco minutos del final tras la segunda amarilla de Kevin, el acoso fue total.

Entonces apareció Pallarés. En la última jugada, Menudo colgó el balón, que le llegó al delantero tras una segunda jugada y sin ángulo ni opciones, se inventó una chilena que devuelve la ilusión al Toralín.
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