De Indiana a León por culpa del coronavirus

Víctor Antoñón se encontraba disputando el Nacional universitario de Estados Unidos cuando la crisis sanitaria le obligó a viajar de vuelta a casa mucho antes de lo previsto

Jorge Alonso Macía
15/04/2020
 Actualizado a 15/04/2020
Antoñón, junto a una de sus entrenadoras. | L.N.C.
Antoñón, junto a una de sus entrenadoras. | L.N.C.
Casi huyendo del cierre de fronteras para poder volver a casa lo antes posible, el nadador leonés Víctor Antoñón, regresaba a León hace dos semanas procedente de Estados Unidos, donde estudia y compite desde hace tres años, escapando de un coronavirus que tiene ya en el país norteamericano el mayor número de contagiados y fallecidos de todo el mundo.

«La inmensidad del país hace que al final cada estado tenga sus normas, en Indiana, donde yo resido, la semana en que volví las cosas se empezaron a poner feas. Lo normal es que en el interior no hubiera muchos casos, aunque en las costas la cosa estaba bastante mal, las grandes ciudades están en cuarentena total, pero la mayoría de la gente vive alejada de ellas, por lo que pueden salir de casa sin problema aunque no deberían», relata ya desde su casa en León.

El punto de inflexión fue la cancelación, en el segundo día de competición, de los campeonatos nacionales universitarios de la segunda división en los que competía: «Estábamos en Geneva, Ohio,cuando se suspendió todo, cuando íbamos a la piscina en el segundo día a la sesión de finales se cancelaron todos los eventos deportivos y nos mandaron para casa, fue el 12 de marzo».

A partir de ahí, con las universidades y los edificios públicos cerrados, una vuelta a casa contrarreloj, que no le impide continuar con las clases a distancia con el consiguiente trastorno horario que eso conlleva al encontrarse en León: «Las clases siguen el mismo horario de siempre, así que tengo que adaptarme, dejo el reloj con la hora de Indiana, 6 horas menos que aquí, así que me quedo en pie hasta la madrugada y duermo toda la mañana hasta las 15:00 horas. Los exámenes y trabajos son online, los profesores hacen videoconferencias a la hora de la clase y luego han ampliado bastante sus horarios de oficina para preguntarles individualmente las dudas que tengamos. Mi universidad (University of Indianapolis) se ha adaptado bastante bien al cambio».

Íbamos a la piscina para las finales cuando nos avisaron de que se cancelaba todo y nos mandaron para casaSin embargo, nada tiene que ver eso con la realidad deportiva, que le obliga a estar completamente parado «porque no puedo entrenar ni hacer gran cosa para mantener la forma física, que es lo que está siendo más agobiante».

Una relación, la académica con la deportiva, de la que mucho se tiene que aprender en España ya que según señala Antoñón «allí siempre nos recuerdan que somos estudiantes antes que atletas, las clases están bien repartidas, tenemos diferentes horarios para poder adaptarlas a los entrenamientos, los profesores nos ayudan si perdemos clases debido a competiciones, están muy abiertos a mandarnos los apuntes por correo y a responder dudas fuera de clase, los entrenadores también nos ayudan si necesitamos alguna sesión matutina de descanso para estudiar un examen nos la dan, pero normalmente intentas no hacerlo y organizarte mejor».

Antoñón lograba precisamente en esa última competición la plata en los relevos 4x200 estilos y tenía plaza para la final también en los relevos libres del 200 y el 400. Los últimos éxitos de una trayectoria también reconocida académicamente (recibió el reconocimiento 'CSCAA Scholar All American' los dos últimos años) que puede llevar a su final la próxima campaña, ya que el nadador afirma que sus planes para el futuro no pasan por el deporte de alto nivel: «El próximo año termino la carrera, por lo que mis planes principalmente pasan por graduarme con buenas notas e intentar encontrar trabajo allí durante al menos un par de años. Quiero también estudiar un máster allí si me cogen en alguna universidad como ‘Graduate Assistant’, que es básicamente un graduado que ejerce como ayudante de entrenador y a la vez realiza un estudio de posgrado. Seguramente el próximo año sea mi último nadando, ya que seguir compaginando el alto nivel deportivo con trabajo sería muy complicado».
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