Hay que frotarse los ojos. Dicen que es fácil acostumbrarse a lo bueno, pero los seguidores de la Cultural vienen de tantas penurias que se les hace complicado creer lo que ven en el Reino de León. Porque, una vez más, los leoneses se exhibieron. Da igual quien sea el rival, y eso que esta vez era un Pontevedra que llegaba situado en tercera posición y cuenta con un bloque tremendamente sólido. Es lo mismo. Uno tras otro, los de Rubén de la Barrera van pasando por encima de los rivales en su feudo. Y este domingo volvieron a demostrarlo.3-0 venció la Cultural, que mantiene así su ventaja con el segundo clasificado y aumenta a 12 su renta con el quinto, una Ponferradina que volvió a pinchar. Tres puntos más para un equipo que engancha y convence a una grada más numerosa que nunca en liga esta campaña, y que disfrutó de una primera parte soberbia de un equipo para el que se agotan los calificativos.
Y es que, durante los primeros 45 minutos, el Pontevedra fue un juguete en manos de la Cultural. Ni un solo tiro a puerta hicieron los gallegos en todo el periodo, que se pasaron corriendo detrás de un balón que movía con maestría un conjunto leonés que llegaba una y otra vez a la meta defendida por Edu.
Ortí logró el 1-0 tras 2 rebotes y asistió a Toni para que, tras picársela al meta, hiciera el segundo antes del descanso Porque cayeron dos goles... pero pudieron ser más. Con Ortiz imperial en el centro del campo, el premio del gol fue para los dos jugadores que junto al cántabro más brillaron en un equipo leonés en el que el nivel medio es tan alto que es difícil destacar: Ortí y Toni.
Hacía el primero, que aprovecha al máximo cada oportunidad, el 1-0 a los 33 minutos tras una jugada con múltiples rebotes dentro del área. Porque, tras llegar Forniés hasta línea de fondo, el lateral buscaba sorprender sin ángulo al meta con un disparo en vez de dar el pase atrás, no agarrándola Edu y no atinando Ortí tampoco en el primer rechace, pero sí en el segundo en el que remachaba al fondo de las mallas el balón en boca de gol.
Fue también protagonista en el segundo, en el que el brilló fue eso sí de un Toni que volvió loca a la defensa en ataque y recorrió mil y un kilómetros a la hora de recuperar. Iniciaba jugada el joven mediapunta en el centro del campo, hacía la pared con un Ortí que se la devolvía dejándole solo ante el portero, y ante éste marcaba con sangre fría al picarle el balón por arriba.
El Pontevedra no tiró a puerta en toda la primera mitad y no generó ni una ocasión de peligro en todo el encuentro Era el 2-0 que hacía justicia a los méritos de una Cultural que, antes de ‘abrir la lata’, había rondado ya en varias ocasiones el tanto. Ya a los dos minutos por medio de Colinas, que pasó de estar prácticamente descartado a jugar el choque entero y a gran nivel, y al que un gran pase de Ortí dejaba ante Edu, que se le echaba encima al ‘dormirse’ el extremo;tambiénOrtiz, con un tiro desde la frontal tras un saque de esquina que pegaba en un defensa cuando iba dentro; de nuevo Colinas, esta vez tras una jugada de estrategia en un saque de falta que le dejaba escorado ante Edu, disparando flojo y a las manos;y, la más clara de todas, una extraordinaria combinación que comenzaba con un pase al hueco de Toni para Colinas, que centraba al área donde llegaba a rematar en boca de gol un Ortí que la mandaba arriba.
‘Tanto había ido el cántaro a la fuente’ que se había terminado rompiendo, encarrilando así un choque que cambió por completo en la segunda mitad. Porque el Pontevedra, desconocido en la primera parte, hizo dos cambios y sacó su mejor versión, dominando durante el primer cuarto de hora a una Cultural que se sintió cómoda pese a verse echada atrás y creaba peligro en cada contraataque vertiginoso.
Benja y Toni fueron cambiados con problemas musculares; Víctor resolvió ante Edu para redondear el triunfo en el 91’ No obstante, los gallegos no fueron capaces de generar ni una sola ocasión de peligro en todo el encuentro. Cuatro tiros a puerta, todos sin peligro a las manos de un Vallejo sin apenas trabajo. Fue lo que consiguieron generar los gallegos, que veían cómo en una de las rápidas transiciones que la Cultural montaba tras cada recuperación, Colinas se quedaba en uno para uno contra un defensor, que le derribaba claramente en un penalti que el colegiado no señalaba.
Así pasaban los minutos y el choque se enfriaba. Salvo otra escapada de Colinas, que pisaba área tras un balón peinado por un Benja de nuevo excelso en el juego de espaldas a portería, pero cruzaba demasiado su disparo, no generaba peligro la Cultural, que sufría en apenas un cuarto de hora sus dos peores noticias con las dos lesiones musculares de dos de sus pilares.
Primero Benja y luego Toni pedían el cambio y se echaban al suelo con problemas físicos. Ninguna de las dos dolencias parece muy grave, pero tocará estar a la espera del alcance y tiempo de recuperación, lo cual en esta Cultural es sinónimo prácticamente de esperar a la alineación del próximo encuentro.
Entraban de refresco Moreno, Víctor y Cristóbal, y aunque el equipo parecía bajar su nivel coincidiendo con la entrada de los relevos, finalmente era uno de ellos el que redondeaba el marcador en el descuento. Fue Víctor, que entró prácticamente como mediapunta con mucha libertad y movimientos por toda la zona de ataque, y que definía a la perfección otra gran jugada de los leoneses, que terminaba con Yeray dejando al leonés solo ante Edu, al que batía de disparo cruzado para hacer el 3-0.
Tres puntos más al zurrón. Más brecha con rivales directos. Y la ilusión desbordada en equipo, afición... y en general en todo aficionado al fútbol de la ciudad. Que siga la fiesta.