‘Como en León hace frío, Carolina rumbo a Río’

"Es la mejor recompensa que puedo tener, más que cualquier medalla. Son mi motor", asegura la gimnasta leonesa tras ser recibida por unas 50 compañeras del Club Ritmo

Jesús Coca Aguilera
12/09/2015
 Actualizado a 13/09/2019
Carolina y Sara Llana, abajo junto a algunas de las compañeras que fueron a recibirlas.
Carolina y Sara Llana, abajo junto a algunas de las compañeras que fueron a recibirlas.
Es costumbre en los últimos años que, tras cada éxito de Carolina Rodríguez, sus compañeras del Club Ritmo le esperen en la estación de tren, a su vuelta del país en el que le haya tocado competir, para vitorearla y celebrar con ella su éxito.

Y, tras lograr la clasificación para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, no podía ser menos. Alrededor de medio centenar de compañeras la esperaban, vestidas muchas de ellas con el chándal del club, entre gritos como ‘sonrío, sonrío, nos vamos a Río’ y con pancartas con lemas como ‘Carolímpica’ o ‘Como en León hace frío, Carolina rumbo a Río’.

«Con momentos como éste  las partes duras que han sucedido durante toda mi carrera se olvidan, esto es bestial» Desde la una y media esperaban la llegada del tren, si bien la espera se alargó. Porque, aunque puntuales aparecieron en él su entrenadora Ruth Fernández y la otra leonesa que tomó parte en el Mundial, Sara Llana, Carolina llegó una media hora después, pues a última hora optó por venir en coche al ir a buscarle su pareja.

Pero al llegar, los gritos se desataron. Todas las niñas se acercaron a abrazarla y Carolina saltó con ellas, se hizo la foto de grupo correspondiente y recibió cientos de abrazos y felicitaciones ante la curiosa mirada de los viandantes que en ese momento pasaban por Renfe.

«Esto es la mejor recompensa que puedo tener, más que cualquier medalla, estas niñas para mí lo son todo, son el motor con que trabajo cada día», aseguraba emocionada Carolina Rodríguez,añadiendo que «se ve su ilusión en las caras y es una pasada que pueda transmitir esa felicidad al resto de niñas».

«No imaginaba llegar a la final y poder clavar mi competición, me flaqueaban las piernas antes del último ejercicio» Además, sobre el Mundial en sí,Carolina hacía hincapié en que «sabía que podía hacer una competición redonda, que estaba preparado para ello, pero un Mundial requiere muchas cosas: concentración, templanza... es muy duro, así que nunca imaginas poder conseguirlo, hasta ahora siempre había tenido algún problema en algún aparato,siempre se puede fallar porque hay muchos nervios y tensión. Sin embargo, he competido los cuatro días muy muy bien, y lo que no imaginaba es llegar al último día y poder clavar mi competición, además disfrutándolo de verdad».

Eso sí, reconocía que antes del último ejercicio, del de aro que le podía dar la clasificación para Río, le «flaqueaban las piernas, me estaba dando golpes para ver si podía reaccionar, pero en el momento en que salí, con el petardazo, dije venga puedo hacerlo, voy a disfrutarlo, y llegué al final, con el ole de la coreografía, que es con mi propia voz, y era como ‘ole, ahora sí que sí».

Recordaba también Carolina que «sólo los que trabajamos día a día en esto sabemos lo duro que es el día a día, aunque con momentos como éste, todas las partes duras que han sucedido durante toda mi carrera se olvidan. Esto es bestial, la sensación de conseguir la plaza olímpica en el Mundial cuando pensaba ya en la criba del Preolímpico...».

«Para mí es un orgullo el poder representar que la gimnasia no acaba en la adolescencia, que sí se puede ir más allá» ¿El éxito? Se lo dedicaba «a las personas que trabajan día a día conmigo, a las que han creído en mí y a la gente que no está, como mi hermano que sabía que quería ser olímpica».

Será en Río la única gimnasta de 30 años que haya logrado competir en la cita olímpica, algo que comenta lleva «a que entrenadores que ves a nivel internacionales me llamen heroína, porque no es muy común. Para mí es un orgullo el poder representar un poco que la gimnasia que no se acaba en la adolescencia, que va más allá. Esta era la mejor manera de la que me podía retirar, quiero aguantar así hasta Río».
Lo más leído