Ponferrada vivió de los partidos más disputados de los últimos años. Ninguno de los dos equipos consiguieron ganar ninguno de los 4 parciales empatando en todos ellos. De esta forma el partido se fue a una prórroga, donde el Clínica Ponferrada cayó en el último minuto cuando el marcador estaba empatado hasta el momento.
Un partido muy igualado de principio a fin que comenzó sin un dominar claro con poca diferencia en el marcador y con un máximo 3 o 4 puntos de ventaja sobre el rival. Primer cuarto disputado con bastantes puntos, 25-25 y con un Clínica Ponferrada que no se mostraba tan fiable como otros días.
En la segunda parte más de lo mismo errores defensivos y no tener una gran lucidez ofensivamente machacaron al equipo berciano que permitió demasiado al equipo rival. De nuevo empate en el marcador 18-18 y al descanso con la sensación de que en defensa las cosas no estaban saliendo como se esperaba, pero todavía quedaba la segunda mitad.
El Clínica Ponferrada se mostró muy débil a nivel defensivo y forzó la prórroga con un triple a 9 segundos del final
Es cierto que la plantilla estaba mermada por un virus lo que le impedía estar al 100%, ya en el anterior partido se mostró ese cansancio y un nivel físico bajo, algo normal dentro de la falta de entrenamientos por parte de algunos jugadores.
La línea de la mala defensa se mantuvo ya durante todo el encuentro. El tercer parcial fue muy parecido al segundo permitiendo bastante en defensa, sin dar con la tecla en los rebotes y permitiendo una gran cantidad de canastas de 2 para ser un partido en casa. El parcial de nuevo volvió a quedar en empate con 17-17.
El último cuarto quizás fue el que más se la complicó al equipo que llegó a ir perdiendo de hasta 10 puntos en un arreón del Melilla, pero que consiguió igualar a falta de 9 segundos Hierrezuelo con un triple para mandar el partido a la prórroga, donde ahí las fuerzas fallaron y el conjunto berciano perdió por 90-94, con la ‘espinita’ de haber hecho 90 puntos y no ganar.
