Bolo recluta a otro excompañero para ejercer de segundo

En cada una de las tres temporadas de Jon Pérez Bolo en la Ponferradina ha tenido un segundo de a bordo diferente. Si el año del ascenso fue Cali Trueba y el pasado Julio Álvarez, de cara a la próxima temporada de nuevo el club berciano repite apuesta por un exjugador de reciente y dilatada trayectoria en Primera y Segunda División que ya sabe lo que es compartir vestuario con el técnico vasco.

Y es que la Deportiva ha fichado para su cuerpo técnico, en el que ejercerá de segundo entrenador, a Pablo Lago, asturiano de 45 años que jugó cuatro temporadas en la máxima categoría española en la década de los 2000.

Actualmente formaba parte de la estructura del Sporting, donde acababa de firmar hace apenas dos meses pero ha tenido una trayectoria efímera ante la oportunidad que se le ha presentado desde El Bierzo, puesto que en los gijoneses su función era dirigir al cadete y colaborar en la secretaría técnica, donde realizaba informes de posibles objetivos de mercado.

Subió a la Gimnástica y el Langreo a Segunda B, en la que debutó con los cántabros pero sólo duró 24 partidos Ahora se le presentará una buena oportunidad de seguir progresando en los banquillos a un Lago que , como primero, entrenó a clubes en Tercera como Luarca, Avilés, Caudal y unos Langreo yGimnástica de Torrelavega a quienes ascendió a Segunda B, debutando con los cántabros en la categoría de Bronce del fútbol español en 2018 pero siendo destituido en la jornada 24 por un equipo que acabó perdiendo la categoría.

Mucho más extenso es su currículum como jugador, donde militó en Primera División tanto en Las Palmas como en un Racing de Santander en el que jugó competición europea, además de jugar en Segunda en el Atlético B, Rayo, Sporting y Numancia antes de terminar su carrera en Segunda B en el Mariano de Luanco.

En dos ocasiones diferentes, en el Rayo en la temporada 1998/99 y en el Numancia en la 2006/07 llegó a tener de compañero a Bolo, que más de una década después le recluta para volver a tenerle a su lado.