Antonio Pino: un goleador contrastado para el Astorga

El equipo maragato cierra el fichaje del punta andaluz que brillara cinco meses en el HuracánZ y que hace dos años metió 11 goles con el Guijuelo

Jesús Coca Aguilera
01/07/2015
 Actualizado a 17/09/2019
Antonio Pino celebra un gol con el Guijuelo. | CHEMA DÍEZ (TRIBUNA SALAMANCA)
Antonio Pino celebra un gol con el Guijuelo. | CHEMA DÍEZ (TRIBUNA SALAMANCA)
Algo ha cambiado este año en el perfil de fichajes del Atlético Astorga. Si el primero fue Víctor Andrés, un jugador con notable experiencia en Segunda A aunque su último año en la Cultural fue muy malo; el segundo es un goleador totalmente contrastado en la categoría.

Se trata del andaluz Antonio Pino, de 27 años y 1.82 metros de altura, y que es un viejo conocido de la afición leonesa pues hace cinco años jugó durante cinco meses en Tercera con el Huracán Z. Fue aquel año en el que Antolín Gonzalo sustituyó en diciembre a Cembranos, cogiendo un equipo perdido en mitad de la tabla y estando a punto de meterlo en ‘playoff’.

Uno de sus fichajes fue Pino, que metió 11 goles en 14 partidos; y que las últimas cuatro campañas ha jugado en Segunda B. ¿La última? En La Hoya Lorca, 13º en el Grupo IV, donde jugó 31 partidos, 15 de ellos como titular, y metió sólo cuatro goles.

Un paso atrás tras un año excepcional en el Guijuelo, donde fue parte muy importante en un equipo salmantino que jugó el ‘playoff’ de ascenso y en el que Pino metió 11 goles y jugó 34 encuentros, 26 de ellos de titular.

Lleva cuatro temporadas seguidas en Segunda B, la última en La Hoya Lorca donde sólo anotó 4 tantos La campaña pasada había estado en el Español B, donde su bagaje goleador había sido de cinco goles en 23 partidos (sólo 13 ellos de inicio); y la anterior en la Gimnástica Segoviana, donde en su debut en Segunda B, pese a estar lesionado hasta noviembre, anotó nueve goles en 26 encuentros, 24 de los cuales los jugó de titular.

Precisamente las lesiones fueron las que le impidieron dar antes el salto, pues ha sufrido dos muy graves. Una, el año siguiente al del Huracán Z, con el Antequera de Tercera, con el que tras marcar 24 goles en 33 partidos se rompió en abril el ligamento cruzado de su rodilla. Su otro gran problema había sido en 2006, estando en el filial de un Córdoba en el que se formó, y donde se rompió la tibia y el peroné.

Problemas ya muy lejanos de un jugador de completas garantías. Con muchísimo olfato de gol, juega muy bien de espaldas a la portería y no está exento de técnica. Compartirá puesto con Puente... aunque oficialmente el Astorga aún no descarta por ello a Borjas.
Archivado en
Lo más leído