Para el jugador blanquiazul, Álvaro Moreno, este tipo de operaciones son positivas para el propio fútbol, ya que permitirá diferenciar a jugadores y clubes honestos de los que «manchan» el deporte. «Veo bien que se investiguen los amaños, el fútbol tiene que ser limpio», explica el zaguero.
Y es que pese a los casos que se han destapado en los últimos años como el del Levante-Zaragoza del año 2011 que se reabrió este mes de enero o el escándalo del año pasado relacionado con el Eldense, equipo del que se investigan hasta cinco partidos del pasado curso en el marco de la propia Operación Pizarro, en los vestuarios todavía reina la honradez. «En los equipos en que he estado nunca vi nada raro. Si pasó algo no me di cuenta. Nunca me dejaría perder, ni cogería dinero por hacer algo así, no me parece juego limpio», sentencia.
Fuertes en casa para no sufrir
«Tenemos que salvar los partidos de casa para aspirar a algo, si no, lo vamos a pasar mal». Así de categórico se muestra el zaguero respecto al futuro del conjunto berciano, que volvió a tropezar a domicilio ante el Fabril y ha vuelto a acercarse a la zona de descenso a Tercera División.
Por ello, cree que «los partidos en El Toralín son vitales» y que la victoria ante el Talavera es «una necesidad».
El central confiesa que el partido de la primera vuelta no le trae «buenos recuerdos», ya que terminó en los vestuarios antes de tiempo tras ser expulsado y cometió un penalti.