Es complicado encontrar una actuación defensiva tan redonda como la que cuajó este viernes el Ademar. Para poder ganar a una de las defensas más agresivas de la liga como es la del Anaitasuna debes acercarte a su altísimo nivel de intensidad y el Ademar no sólo lo alcanzó sino que lo superó, construyendo desde ahí una de sus mayores palizas de toda la temporada (38-23).
Alberto Martín, Popovic y Santista fueron tres colosos en el centro, Casqueiro y Lodos brillaron en el segundo y los continuos contactos provocaron que el rival apenas tuviera tiros claros, facilitándole las cosas a Saeid para que pudiera unirse con una sensacional actuación a la fiesta.
Cómo sería la exhibición defensiva para que el indiscutible protagonista no fuera un Álex Lodos que apenas un mes después de reaparecer de su grave lesión fue decisivo no sólo atrás sino también en ataque, en el que quizá fue el mejor partido de toda su vida con el Ademar.
No es casualidad que con él atrás la intensidad crezca, porque de ella va sobrado, pero es que sin Oliveira (no pudo entrar en la convocatoria por lesión) Dani Gordo le sacó de inicio en ataque y se convirtió en un puñal que con sus penetraciones desarboló el 6-0 del Anaitasuna hasta acabar con seis tantos, uno de ellos de golpe franco con el reloj a cero al final de la primera parte.
Ademar, tras ver reducida su renta de 6 a 2, dio un tirón al filo del descanso y se fue de 5 con gol de falta de Lodos
Es noticia que no necesite el Ademar una versión top en ataque de Castro y Carlos (al que el en una situación que se ve muy pocas veces el extremo seguía convirtiéndose en una mixta cuando se desdoblaba a primera línea) para ganar, pero es viable cuando incorporas un arma nueva como la de Lodos y una que pensabas era potente pero apenas ha tenido días buenos este año, como es un Rodrigo Pérez muy acertado y clave para romper definitivamente el encuentro.
Y es que en el ecuador de la segunda parte ya estaba muerto un choque que el Ademar se puso de cara de salida, con un parcial de 8-1 que le permitió remar a favor de corriente, algo que siempre facilita las cosas.
Y eso que había empezado el partido 0-2, ambos tantos de un Torriko que fue el único capaz de entrar en el muro leonés, en lo que acabaría siendo un espejismo y la única ventaja visitante en todo el encuentro.
Dos parciales casi seguidos de 6-1 sentenciaron el triunfo de un Ademar que ganaba ya de 13 en el minuto 47 (30-17)
Un gol en once minutos encajaba el Ademar, lo que también le permitía hacer daño a la contra y hacía que fuera creciendo la ventaja hasta los cinco (8-3), con el temprano tiempo muerto de Quique Domínguez sirviendo al menos para frenar la sangría.
Aún así llegó a ganar hasta de seis (11-5) el Ademar en ese primer acto, fallando dos tiros solos en seis metros para irse de siete en una circunstancia que hubo un momento en el que parecía que iba a acabar pagándose.
Porque sufrían los leoneses ante las numerosas inferioridades que provocaba la dispariedad del criterio arbitral en función de en qué área se atacara, con tres exclusiones en los primeros 20 minutos y otras dos al filo del descanso, y recortaba distancias un equipo navarro que con un 1-5 se ponía a sólo dos (12-10).
Pero apareció Rodri en ese momento complicado de atasco y, con el citado tanto de Álex Lodos con el reloj a cero, el Ademar acababa yéndose al descanso con cinco de renta (17-12) que hacían más justicia a su buena primera mitad.
Ha tenido días buenos atrás el Ademar, pero si algo hizo diferente a este es que brilló en defensa sin altibajos, con la sólidez por bandera de principio a final, al menos hasta que con el partido completamente decantado y todo el fondo de armario en pista la intensidad se redujo un poco.
El Ademar no necesitó esta vez la versión top de Carlos y Castro gracias a las contras, a Lodos y al mejor Rodrigo
Eso hizo que tras el descanso los goles visitantes siguieran cayendo a cuentagotas y que, entre las contras y el acierto de nuevo de Rodrigo y Lodos, el conjunto leonés dejara muy pronto la victoria completamente sellada.
Como en el inicio llegó un largo periodo sin apenas goles del rival, este de tres goles encajados en 16 minutos. Y al igual que en ese arranque también vino acompañado de un importante parcial, con un doble 6-1, el primero de los cuales elevó a nueve la máxima diferencia (24-15) y el segundo la llevó a unos 13 (30-17) que convertían en un paseo triunfal el tramo final.
En 47 minutos sólo había recibido 17 goles el Ademar, que acababa el partido con la que fue su máxima ventaja tras un tramo final donde aprovechaban también para soltarse en ataque Adelino o Miñambres, además de hacer acto de aparición Samu Saiz.
Todos acabaron siendo partícipes de la fiesta. De una exhibición con la mejor defensa de la temporada.