Si nos dejan decidir, León puede, por José Antonio Diez

El alcalde analiza las fortalezas de la ciudad en el suplemento 'Cuenta con León' de La Nueva Crónica

José Antonio Diez
22/05/2020
 Actualizado a 22/05/2020
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Son muchos, demasiados, quienes piensan que León no tiene futuro. Muchos, demasiados, los que en los últimos años han contribuido –por acción u omisión– a generar no sólo el clima de pesimismo que nos inundó sino las condiciones necesarias para que León partiera de una situación más complicada en un momento en que la crisis sanitaria y económica mundial ha puesto a todos los territorios, sin excepción, en el terrible dilema de elegir entre seguridad y salud y economía. Y ni siquiera ahí, nos han dejado elegir.

No obstante, somos muchos aún quienes pensamos que León puede salir de este gran bache si le dejan decidir. Si nos dejan decidir.

León sufrirá, es evidente, como pocas provincias la crisis derivada del Covid-19. Lo sufriremos porque en el camino se han quedado casi mil leoneses a los que no solo sus familias echarán de menos. Siempre les recordaremos. León sufrirá porque el camino se han quedado decenas de pequeños negocios, miles de puestos de trabajo, condiciones estables de empleo, ideas de emprendimiento, cifras para el crecimiento, iniciativas de inversión, proyectos de futuro… Es obvio que será difícil recuperar todo ellos.

Pero hay solución. Si nos dejan elegir.

Nos negamos a pensar que no sea así. Y, por ello, desde el primer día nos pusimos a trabajar para que no sea así.

Son muchos, demasiados, los que se niegan a la recuperación de León. Implementando medidas que contribuyen a dejar atrás esta provincia. Tomas de decisiones que suponen que la recuperación se retrase semanas cuando, en este momento, una semana más es vital para la recuperación económica.

Pero más peligroso es aún quien decide que la recuperación debe demorarse años, quizá los años que ellos han de esperar para poder gestionar, parando inversiones, parando proyectos, dejando que la ciudad agonice mientras a nuestro alrededor, todas las ciudades trabajan para superar esta situación y recolocarse en la ‘nueva normalidad’ preparados para poner en valor su capacidad de recuperación y adaptación.

León necesita el impulso y lo necesita ya. De todas las administraciones, con todos los resortes complementados, con todas las inversiones necesarias y con la capacidad de decisión depositada en los leoneses. Para que León no muera, para que no lo maten.

León no es una ciudad industrial y no podrá serlo ahora. A León no le han dejado tener pujantes sectores automovilísticos o logísticos. Y ahora requiere una planificación de años y una apuesta clara que, no parece, vaya a hacer la administración autonómica.

Pero León es la mejor ciudad para avanzar en proyectos de turismo cultural, eno-gastronómico y de interior que, hoy, es una de las claves de la recuperación a corto y medio plazo. En este momento, cuando se trata de ofrecer seguridad, confianza y garantías al visitante, como único aval para poder abrir nuestros establecimientos, León dispone de la capacidad para hacerlo siempre que exista coordinación y un apoyo, real, de las administraciones. Afanados estamos ya en el Ayuntamiento de León, en colaboración con todas las asociaciones de comerciantes y hosteleros, con la patronal y los sindicatos en sentar las bases del turismo de calidad –y seguridad– que se necesita y se nos exige. Esa colaboración y ese impulso a la promoción, ese cuidado de nuestro patrimonio y nuestros establecimientos será el punto de despegue necesario para la economía.

Pero además, y no se nos debe olvidar, León dispone de las mejores herramientas para avanzar en los sectores biofarmacéutico o TIC en una ciudad que, ahora, tiene el valor añadido del tamaño, el control y la alta cualificación técnica que permite un teletrabajo de garantía y seguridad. Cardinales también.

León ha de ganar el respeto del resto de los territorios con una apuesta clara y decidida por estos sectores a corto plazo, ese corto plazo que se prevé tan azaroso y en el que la recuperación de la economía pasa, sin duda, por incentivar el consumo interno mediante la contratación pública, la inversión público-privada y la estrategia del valor añadido derivado de la calidad de vida de una ciudad pequeña. A medio y largo plazo, el desarrollo de la logística y de las infraestructuras será determinante para recuperar empleo y desarrollo. Y esperemos que ahí, de nuevo, no surjan injustificables agravios, injustas decisiones o arbitrarias actuaciones que nos lastren. Ahí, sólo si nos dejan decidir, podremos encontrar el futuro de León.

Y, por ello, para que no muera, para que no lo maten, León tiene que usar su principal arma, su única baza, los leoneses. No nos paremos.
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