Cerceda 1 - 1 Ponferradina: 'Román salva los muebles en el descuento'

Un gol del central permite que la Ponferradina rescate un punto de su visita a un Cerceda ya descendido / Mal partido de los bercianos, que todavía no están salvados

A. Cardenal
29/04/2018
 Actualizado a 19/09/2019
Donoso, durante el partido ante el Cerceda. | PEDRO PUIG (DXT CAMPEÓN)
Donoso, durante el partido ante el Cerceda. | PEDRO PUIG (DXT CAMPEÓN)
Ante el colista, ya descendido, un punto y gracias. La Ponferradina se ha empeñado en sufrir hasta el final pese a tener el calendario de cara y ayer, ante un Cerceda que no se jugaba nada, solo fue capaz de rescatar un punto gracias a un gol de Fernando Román en el descuento.

El conjunto berciano volvió a mostrar su peor cara. Tras un par de buenas ocasiones en el arranque del choque, los blanquiazules volvieron a ser ese equipo gris del principio de curso y no tuvieron la intensidad de los últimos tiempos. ¿El resultado? Los locales, con muy poco, derrumbaron el castillo de naipes que es la defensa esta campaña y pusieron al borde del abismo a la Deportiva con el tanto de Dani Pedrosa nada más empezar la segunda parte.

No fue un accidente. Si al descanso se llegó con el cero a cero inicial fue única y exclusivamente por la inspiración de David Gómez, al que le tocó debutar en toda una ‘final’ por las molestias de Mandaluniz y fue el único que dio la cara, evitando que los gallegos dejaran sentenciado el choque por la vía rápida.

Efecto gaseosa


La Ponferradina fue un equipo gaseosa. Como la propia clasificación deja claro, el berciano es un conjunto plagado de defectos que no ha sabido o no ha podido corregir a lo largo de la temporada –fragilidad defensiva, irregularidad, pésimo rendimiento a domicilio–, pero cuando es capaz de vivir en campo rival, es vertical y muy peligroso, especialmente cuando entra en juego la sociedad formada por Donoso y Yuri.

Tres minutos tardaron el brasileño y el asturiano en encontrarse y tres minutos tardó en llegar la primera ocasión clara. El ‘pichichi’ blanquiazul probaba suerte con la puntera desde la frontal después de una buena jugada colectiva que obligó a Ángel a volar para sacar un balón que iba bien dirigido, pero al que le faltó potencia.

Ahí se acabó el partido para los bercianos. Después de que Iago Díaz volviera a toparse con el guardameta tras un tiro lejano, la presión bajó radicalmente para dar paso a circulaciones largas y previsibles en el centro del campo, lo que aprovechó el Cerceda para dar un paso adelante y buscarle las cosquillas a los de Carlos Terrazas.

El mejor de la primera mitad fue David Gómez. El debutante evitó que los gallegos se adelantasen en el marcador en dos ocasiones. En la primera sacó un balón sobre la misma línea de gol que se disponía a rematar Luariz, mientras que en la segunda puso una buena mano a un disparo de Kike desde la frontal.

Si en la previa del choque Terrazas había asegurado que manteniendo el «ritmo» de los últimos encuentros, llegaría la ansiada victoria que se había resistido las tres últimas jornadas, a la Deportiva, durante varias fases del encuentro, se le vio con el freno de mano echado, incapaz de darle velocidad a sus posesiones y llegando tarde a todas las jugadas, un cóctel Molotov incluso en el estadio del colista.

El descanso no despertó a los bercianos. El Cerceda, que con el paso de los minutos se dio cuenta de que el león no es tan fiero como lo pintan las individualidades, volvió de los vestuarios dispuesto a aprovechar la pasividad de la Ponferradina y tardó un minuto en hacer sangre.

Dani Pedrosa aprovechó una defensa indolente –como mínimo– para controlar en la frontal del área y pese a estar rodeado de hasta cuatro rivales, batir a David Gómez. Aunque el tanto ponía a los de Carlos Terrazas al borde del abismo, el equipo parecía no ser consciente de la gravedad del gol encajado y tardó en reaccionar.

Un punto 'in extremis'


De hecho, durante varios minutos el Cerceda tuvo en su mano la sentencia. Kike rozó el que hubiera sido el gol de la tranquilidad, pero su disparo se marchó lamiendo el poste para alivio de una Deportiva que, como los malos estudiantes, arregló el desaguisado a última hora.

Ya en el tiempo de descuento y con los gallegos acariciando su primera victoria en su estadio desde el mes de septiembre, Fernando Román emergió en un saque de esquina para poner las tablas de cabeza.

El tanto del central rescata un punto que puede ser vital para la salvación de la Ponferradina –una victoria ante el Toledo asegura la permanencia–, pero no perdona los pecados de un equipo al que le sobró soberbia y le faltó trabajo en un partido en el que nunca se apreció quién era David y quién Goliath.
Lo más leído