La alcaldesa de Ponferrada, Gloria Fernández Merayo que, junto a la concejala de Cultura, María Antonia Gancedo ya había cursado visita a Bilbao para concretar este homenaje también manifestó su interés en “estrechar lazos” con la localidad que vio nacer a Julio Lazúrtegui en 1859. “Este es el primer paso al futuro”, dijo, con la posibilidad de establecer esas relaciones “culturales y comerciales que van a ir a más”. “De la mano queremos reinventarnos. Bilbao lo ha hecho muy bien y nosotros lo hacemos ahora y toda ayuda es poca”, expresó la regidora con un deseo de mirar al futuro desde esa relación que dejó sembrada Lazúrtegui.
“Ponferrada era su ilusión”
La nieta del ingeniero, Isabel Lazúrtegui y dos de sus biznietos quisieron destapar la placa que homenajea al ingeniero que hizo posible el crecimiento siderúrgico de Ponferrada y conseguir que se convirtiera en una ciudad fructífera. La nieta, emocionaba, recordaba al abuelo “que para mí no era esa persona viajera, era el abuelo”, explicaba “lo perdí con 10 años y para mí era más que mis padres. Lo quería con toda el alma”. Aún recuerda la ternura especial que le inspiraba y sus retos “Ponferrada era la ilusión de su vida”, que no vio completada “pero es un honor que se le recuerde aquí y lo agradezco con el alma”, decía la nieta de Julio Lazúrtegui.
En la emoción coincidía el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, para el que Lazúrtegui es un recuerdo diario al pasar por la plaza que tiene a 200 metros de su casa en Bilbao. Aburto recordó que fue protagonista del crecimiento económico de su época “vio un modelo que había que extender y vio en Ponferrada el lugar en el que hacer una nueva Vizcaya”. En el Bierzo Lazúrtegui hizo posible que Villablino y Ponferrada, el uno con su carbón y el otro con su hierro se aliaran en un futuro metalúrgico que les hizo crecer.
La alcaldesa de Ponferrada también destacó la emoción de recordar a “un visionario” que hizo, hace 100 años, que la ciudad ponferradina pasara de ser “aquella comunidad agrícola a una Ponferrada industrial que acabó siendo ciudad”. Esa figura ha merecido un homenaje que continúa con una muestra en Estación Arte, recordando la obra literaria de Lazúrtegui “Una nueva Vizcaya a crear en el Bierzo Altos Hornos y Acería en Ponferrada” de 1918, que vuelve a reeditarse después de que el IEB lo hiciera en 1994.