Visto bueno de la UE para la reforma de la PAC

Los Veintisinte han aprobado este lunes definitivamente la nueva norma que relaja la burocracia para los perceptores de las ayudas antes de las elecciones eurorepeas del próximo 9 de junio

Agencias
15/05/2024
 Actualizado a 15/05/2024
Un agricultor de la provincia leonesa preparando sus terrenos para la siembra. | JESÚS F. SALVADORES
Un agricultor de la provincia leonesa preparando sus terrenos para la siembra. | JESÚS F. SALVADORES

Los Veintisiete han dado este lunes luz verde definitiva a la revisión de la revisión de la Política Agraria Común (PAC) que eximirá de controles y sanciones relacionados con el cumplimiento de requisitos medioambientales a las pequeñas explotaciones agrarias, de menos de 10 hectáreas, para aliviar aún más la carga administrativa del campo.

Se trata de los reglamentos sobre los planes estratégicos y financiación, gestión y seguimiento de la PAC en respuesta a los problemas encontrados durante el primer año de implementación de la nueva PAC.

La ley será firmada ahora por los representantes del Consejo y del Parlamento Europeo antes de publicarse en el Diario Oficial y entrará en vigor al día siguiente de su publicación, a finales de mayo.

La revisión del conocido como ‘reglamento horizontal’ se aplicará hasta el final del periodo de la actual PAC, que culmina en 2027, y algunas de sus disposiciones se aplicarán con carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2024.

Objetivo de la reforma

El principal objetivo de estas propuestas legislativas es dotar a los agricultores y a los Estados miembro de una mayor flexibilidad para cumplir determinadas condicionalidades medioambientales. Sin embargo, la Comisión asegura que esto no comprometerá el nivel general de ambición en lo que respecta a los objetivos de protección medioambiental y climática de la política agrícola de la UE.

Esta nueva muestra de solidaridad de la UE con el sector se suma a la relajación de los requisitos medioambientales asociados a las ayudas de la PAC que ya anunció la Comisión a finales de febrero con el ánimo de apaciguar las movilizaciones del campo en la antesala de las elecciones europeas de junio.

Para recibir el apoyo de la PAC al que tienen derecho, los agricultores deben respetar un conjunto mejorado de nueve normas beneficiosas para el medio ambiente y el clima conocidas como ‘BCAM’, un principio de condicionalidad que se aplica a cerca del 90% de la superficie agrícola utilizada en la UE y desempeña un papel importante en la integración de prácticas agrícolas sostenibles.

Según datos del Ejecutivo comunitario, eximir a los pequeños agricultores de los requisitos asociados a estas normas simplificaría considerablemente el trabajo diario de los pequeños agricultores, que representan el 65% de los beneficiarios de la PAC, al tiempo que se mantendrían las ambiciones medioambientales, ya que estas sólo cubren el 9,6% de las superficies que reciben ayudas de la PAC.

Antes de las europeas

Después que el Parlamento Europeo aprobara el mes pasado de forma definitiva la reforma de la política agraria común (PAC), el Consejo de la Unión Europea (los estados miembros) la ratificó este lunes. 

Así pues, el proceso legislativo se habrá cerrado rápidamente, sobre todo si se tiene en cuenta los ritmos de negociación de las instituciones europeas, y la Unión Europea habrá dado una respuesta a las protestas de los agricultores en toda Europa antes de las elecciones de la Eurocámara del próximo 9 de junio. 

En general, la reforma pretende la burocracia que tienen que hacer los agricultores de la UE para recibir las ayudas de la PAC, e incluso eliminarla en algunos casos y para las empresas más pequeñas del sector. La nueva normativa también flexibiliza los requisitos relativos con algunas de las exigencias ecologistas y exime de algunas de ellas, especialmente en situaciones excepcionales como las crisis climáticas; atendiendo así a las reclamaciones del sector agrario que ha realizado numerosas protestas. 

Concretamente, los agricultores europeos ya no estarán obligados a dedicar una parte mínima de sus tierras de cultivo a superficies no productivas, como las tierras en barbecho. En su lugar, pueden optar, de forma voluntaria, por mantener una parte de sus tierras cultivables no productivas –o establecer nuevos elementos paisajísticos (como setos o árboles)– y recibir así apoyo financiero adicional a través de un régimen ecológico que todos los Estados miembros tendrán que ofrecer en sus planes estratégicos de la PAC.

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