Un obligado paseo a orillas del Bernesga

El río nace en el puerto de pajares y cincela a su paso un valle que atraviesa de norte a sur

L.N.C.
05/06/2020
 Actualizado a 05/06/2020
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Cuatro Valles les invita a descubrir sus comarcas, territorios con una gran riqueza patrimonial, natural y cultural, y en las que su mayor valor son las personas que las habitan.

El río Bernesga, con más de 70 kilómetros de recorrido, nace en el puerto de Pajares y cincela a su paso un valle que atraviesa de norte a sur. Junto a sus vecinas, las cuencas de los ríos Torío y Curueño, el valle del Bernesga se integró tradicionalmente en la comarca de Los Argüellos o Arbolio. En él se suceden varios territorios –la Tierra de Arbas, La Tercia, Gordón, Alba y Fenar– hasta alcanzar finalmente el alfoz de León.

La comarca discurre por los municipios de Villamanín, La Pola de Gordón, La Robla y Cuadros. Marcado por el histórico trasiego de viajeros y mercancías entre León y Asturias, el valle del Bernesga se impulsa al ritmo de la carretera N-630 y la línea de ferrocarril entre León y Gijón. La minería ha sido su motor económico en las últimas décadas, complementada ahora por un pujante sector servicios en el que resulta determinante la puesta en valor del vasto patrimonio natural y cultural que atesora este territorio que ostenta, entre otros, el reconocimiento de Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga, en los municipios de La Pola de Gordón y Villamanín; su inclusión como Lugar de Importancia Comunitaria LIC-Montaña Central de León; o el premio nacional al bosque mejor cuidado de España al Faedo de Ciñera, que cuenta con varios ejemplares centenarios y, atravesado por un arroyo, es uno de los parajes más hermosos del valle. Por él se accede a las hoces del Villar, un angosto desfiladero en el que un entarimado instalado en la pared, el Puente Palos, permitía hasta hace pocos años a los vecinos de las cercanas localidades del valle del Torío bajar a trabajar a las minas de Ciñera o Santa Lucía.

Si algo caracteriza a la comarca del Bernesga, es ser paso histórico entre Asturias y León. Asturias y la meseta siempre estuvieron comunicadas a través de este valle, que a lo largo de su historia ha contemplado el trasiego no solo de viajeros y mercancías, sino también de culturas.

Así, desde finales del siglo X y vinculado a las peregrinaciones jacobeas, se impulsa la visita a las santas reliquias que se custodiaban en la cámara santa de la catedral de Oviedo. Desde León, enclave estratégico en el camino Francés, la más transitada de las rutas a Compostela, se promueve el camino de San Salvador que, apenas en cinco etapas, permitía a los peregrinos llegar al templo ovetense y visitar ‘al Señor’ para continuar luego hasta Santiago por el camino Primitivo o por el del Norte.

En los últimos años hay también un proyecto para recuperar y revitalizar el Camino Olvidado a Santiago, otro recorrido jacobeo que atraviesa la comarca por los municipios de La Robla y La Pola de Gordón.

Existen en el Bernesga diferentes Puntos de Interés Cultural y Natural y también Ornitológico y Geológico que Cuatro Valles ha señalizado con unas mesas de interpretación colocadas estratégicamente en los más destacados: la Colegiata de Arbas, el Santuario del Buen Suceso, la Ermita de Celada y el Camino de San Salvador, la arquitectura tradicional en la ribera del Bernesga, el Faedo y las Hoces del Villar, la colonia de cigüeñas de Santibáñez, el valle glaciar de Villadangos de Arbas, el valle de Arbas, los fósiles silúricos de Villasipliz, el estratotipo del Grupo La Vid, los afloramientos de rocas mesozoicas en el valle del Fenar, las Tres Marías, el embalse de Casares, la collada de Aralla y el hayedo de Cabornera.

El Bernesga es un valle que merece la pena descubrir y donde encontrarás variedad de alojamientos para pernoctar y restaurantes donde degustar su rica gastronomía para completar una visita obligada.
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