El Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, Musac, se convertirá el próximo 23 de abril en un espacio de "confidencialidad e intimidad". Una de las grandes salas de este espacio cultural ubicado en la capital leonesa es el escenario escogido para una de los primeros encuentros de ‘Arte y salud +D12’, una iniciativa del propio museo y el Complejo Asistencial Universitario de León (Caule) para tratar la salud mental con los jóvenes leoneses de entre 13 y 18 años. Las inscripciones siguen abiertas.
Julia R. Gallego, educadora en Departamento de Educación y Acción Cultural del Musac, y Silvia García, responsable de la Comisión de Formación Continua del Hospital de León, están al frente de esta iniciativa que quiere llevar la cultura a los espacios sanitarios y utilizar el museo como un lugar para hablar de la salud vinculada al arte. Para ello, han organizado la actividad que tiene lugar el 23 de abril en la que participará Gallego acompañada por la psiquiatra infantil, Virginia Garrido, la psicóloga clínica, María Oblanca, –ambas pertenecientes a la Unidad Infantojuvenil del Hospital de León– y la arteducadora Aida Moratón. Juntas abordarán los temas de salud mental que soliciten los propios interesados, es decir, los adolescentes que están apuntados a la actividad, en un encuentro que será "totalmente horizontal". "Ellos van a sentir que respondemos a sus preguntas en un espacio de respeto, a lo que demanden y necesiten, porque el Hospital va a ir con una actitud de escucha", explica Julia R. Gallego. "Se va a desdibujar la jerarquía y se transformará en un encuentro de tú a tú facilitando que las ideas, las dudas y las aportaciones fluyan en todas las direcciones", añaden Virginia Garrido y María Oblanca.
La manera de proceder será a través del arte, porque el hecho de que la actividad se lleve a cabo en el Museo de Arte Contemporáneo más importante de la Comunidad no es casual. Algunas obras de la colección permanente del Musac actuarán como "vehículo" para tratar ciertos temas. Gallego detalla que "hay obras que abordan la salud mental, bien por la temática o bien porque el artista haya expresado algún tipo de trastorno", y es algo que también quieren tratar con los adolescentes, ya que se presentarán "ante ellos en igualdad de condiciones, vamos a mostrar nuestra vulnerabilidad como personas a las que también les suceden cosas", remata Julia. Las profesionales del Caule encuentran también atractiva la utilización del arte como herramienta al tratarse de "un formato menos constreñido en tiempo y forma a las consultas clínicas".
Los jóvenes, protagonistas
Los adolescentes son los principales ‘actores’ de esta primera jornada de ‘Arte y Salud +D12’ porque son los que actualmente "quieren trascender, hay mucho potencial creativo, solidaridad, inquietudes sociales… vemos que los jóvenes quieren contribuir», explica Julia, y por ello propuestas como esta les hacen sentir «escuchados, valorados e importantes".
Los temas que se tratarán en el encuentro serán totalmente anónimos y estarán elegidos por ellos mismos, aunque los profesionales sí que detectan ciertas necesidades en la juventud de hoy en día. "Observamos que los jóvenes actualmente, tienen acceso a cantidad de información de salud mental –en internet y redes sociales, televisión, cine– sin embargo, consideramos que la calidad de la misma es insuficiente e induce a errores y confusión", cuentan Virginia y María. Añade Julia, educadora del Musac, que no se trata de "demonizar las redes" pero sí de "orientarles para que tengan un pensamiento crítico, que sepan dónde acudir si les pasa algo, darles recursos". Tanto la educadora como las profesionales de la Unidad Infantojuvenil del Caule están de acuerdo en que "nunca hemos tenido tanta información y hemos sido tan susceptibles al engaño como ahora", y mucho más "en edades precoces en las que aún son más permeables a esta confusión". "Los jóvenes acceden modelos estéticos ficticios y vidas edulcoradas que generan frustración por lo inalcanzable, se exponen a violencia y contenidos inadecuados a la edad… Nos gustaría inculcar un pensamiento crítico aprendiendo a contrastar la información y cuestionar lo que se les muestra".
El escenario
El próximo 23 de abril el Musac se planteará como un sitio de escucha y encuentro. Para la actividad se acondicionará un espacio que se convertirá en un lugar más acogedor, además tendrán también una zona de picoteo. "Para mí es muy importante que sientan que el museo es su lugar", cuenta Julia R. Gallego. Convertir el Musac en un "espacio vivo" es importante para la educadora, así como que se convierta en un lugar que ofrece diferentes perspectivas, –"la capacidad de ver las cosas desde otros lugares"–, a través del arte.
Por su parte, Virginia y María consideran el museo un lugar "libre de estigmas y etiquetas", además de ser un sitio "estimulante de la creatividad y la libertad de expresión". Cuentan que se sumaron "sin dudarlo" a la iniciativa porque la consideran "necesaria y en un formato muy original".
El programa
El encuentro de este 23 de abril no es el único programado en el marco de la iniciativa ‘Arte y Salud’. La educación afectivo-sexual será el tema a tratar en una siguiente jornada que tendrá lugar en septiembre. Para ella se contará con el doctor Guerra y un equipo de matronas del Centro de Salud José Aguado. Así como el abordaje de la salud mental en este primer encuentro fue un tema elegido por los propios adolescentes, el objetivo de la segunda cita viene detectado por las visitas de la propia educadora a institutos de la provincia y tras las conversaciones con profesionales de otros ámbitos. "Es importante para los jóvenes y el no abordarlo está teniendo consecuencias", explica.
Tanto para la reunión de abril como para la que sucederá después del verano la metodología es lo más importante, por ello el Caule y el Musac trabajan conjuntamente para poner en común lo que van a hablar y el cómo. Esta colaboración tiene tres ramas que buscan hacer los espacios sanitarios más humanos a través del arte y la cultura, y una de ellas es el trabajo con los adolescentes de la ciudad, algunos de ellos participantes en el programa ‘+D12’. Aquí hay jóvenes de entre 13 y 18 años –muchos de ellos llegados del proyecto ‘Pequeamigos’ del propio museo– que han ido entrando por el interés desde el punto de vista artístico o cultural.