Antes de que la sospecha policial recayera sobre él, en la comarca los vecinos ya le habían apuntado al conocer la desaparición de la joven norteamericana. El amplio despliegue en la zona desde el pasado jueves resucitaba viejos rumores y especulaciones que cada vez han ido tomando más consistencia. El hombre, que fue hallado por la Policía en Asturias, residía en una pequeña casa prefabricada en las afueras del pueblo maragato, alejada de la civilización, y ha sido catalogado por algunos vecinos como "ermitaño".
Por la zona cuentan que el hombre modificaba los paneles indicativos del Camino para desviar a los peregrinos por sus terrenosSegún fuentes no oficiales, el principal sospechoso de la desaparición de Denise ya ha tenido algún episodio cuanto menos incómodo con alguna peregrina anteriormente. Además, los policías que este jueves rastrearon la zona con una fotografía del hombre para recabar información, fueron advertidos de que acostumbraba a caminar todos los días entre Castrillo de los Polvazares y Santa Catalina de Somoza, zona en la que desapareció la peregrina de Arizona. Al menos, esa era la ruta que tenía prevista el día que se perdió su rastro, entre Astorga y El Ganso, 14 kilómetros de Ruta Jacobea entre las dos localidades leonesas.
Algunas fuentes de la investigación aseguran también que el hombre modificaba los paneles indicativos de la ruta jacobea para que los peregrinos tuvieran que pasar por su finca. Las mismas fuentes han asegurado que al rastrear la parcela, de unos 4.000 metros cuadrados, se ha encontrado enterrado dinero en metálico que ronda los 40.000 euros.
Un pueblo "asombrado"
Los vecinos consultados por este medio afirmaban ayer no tener una relación estrecha con el único detenido por este caso, aunque recuerdan que un helicóptero lleva sobrevolando la zona de su vivienda desde principios de la semana y que el miércoles ya se había restringido el acceso a esa finca y un amplio dispositivo peinó la zona desde primera hora de la mañana hasta última hora de la tarde.
Algunos habitantes del pueblo reconocen estar "asombrados y conmocionados" con lo que está sucediendo, porque "en más de 40 años que llevamos aquí siempre ha sido un sitio tranquilo en el que no ha habido ningún problema con nadie", indica uno de ellos.