Solo una de cada cuatro incorporaciones al campo son mujeres en León

El campo es también cosa de mujeres. Basta echar un vistazo a las tareas agrarias o ganaderas en la provincia de León, o en cualquier otra, para darse cuenta de que ellas desenvuelven buena parte de las labores diarias en el sector primario. Pero en muchas ocasiones su trabajo queda a la sombra y sus nombres no aparecen en la propiedad de las explotaciones. Para revertir esta situación se creó la Ley de Titularidad Compartida de las Explotaciones Agrarias allá por el año 2012, pero en estos seis años tan solo han sido 50 las explotaciones que se han acogido a ella en la provincia leonesa. A la hora de tomar el relevo generacional del campo son más los hombres que las mujeres que se incorporan a la actividad de modo que entre 2007 y 2016 han sido 151 las mujeres que lo han hecho en León. Esto supone que solo el 24,88 por ciento de quienes se incorporan son mujeres.

Desde las organizaciones agrarias hacen hincapié en el «esfuerzo» que las administraciones tienen que hacer para fomentar la visibilidad de la mujer rural. Así lo hace, por ejemplo, Asaja, que afirman que «a la mujer que de verdad es agricultora no se le discrimina, se le admira y se le trata de igual a igual, por lo menos por la mayoría de los colegas de profesión que son gente normal. Y las leyes actuales le favorecen, cosa que es necesaria para lograr salvar unas diferencias que se arrastran desde hace siglos». Como instrumento para lograr la igualdad entre mujeres y hombres en las zonas rurales Fademur propone la PAC, «una política orientada a la producción que hizo suyo el objetivo del desarrollo del mundo rural europeo, de la lucha contra la desigualdad entre ciudades y pueblos. Sin embargo, esta no implementa una perspectiva de género», aseguran consciente de que las desigualdades abocan a las mujeres a «abandonar los pueblos y esto, en último término, provoca el despoblamiento», declaran desde la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales.

«Las mujeres estamos al frente de menos explotaciones agrícolas y estas son más pequeñas, menos rentables y con un menor acceso a la financiación», ha explicado recientemente la presidenta de esta organización, Teresa López, haciendo referencia a que en Europa el 30% de las explotaciones de la están gestionadas por alguna mujer, un porcentaje en el que se difuminan los casos más graves que llegan incluso al 5%. «Las explotaciones de mujeres tienen, de media, una superficie de 6,4 hectáreas, mientras que la media de las explotaciones de los hombres es de 14,4 hectáreas. De esta forma, ellos controlan el 61%», aseveran.