Siete de cada cien partes dados al seguro de coche en León son intentos de fraude

Esta cifra, referida a los años 2021 y 2022, está por debajo de la media nacional, que se situó en el 8,8% y que alcanzó «máximos históricos», según el VII Barómetro de Línea Directa

12/02/2024
 Actualizado a 12/02/2024
Una grúa se lleva un vehículo siniestrado en una imagen de archivo. | Ical
Una grúa se lleva un vehículo siniestrado en una imagen de archivo. | Ical

Hombre, menor de 30 años, desempleado o con un trabajo precario, o profesional que ronda los 40 y que busca un dinero extra o no tener que pagar una reparación. En ambos casos, tienen un vehículo con una antigüedad de entre 11 a 14 años y emiten un parte al seguro en el que tratan de incluir daños causados en otro accidente. Ese es el considerado como fraude tipo y el perfil más habitual entre quienes se encuentran detrás de estos engaños, que se sitúan actualmente «en máximos históricos». Así se indica en el VII Barómetro del Fraude al Seguro elaborado por Línea Directa, en el que se señala que en la provincia leonesa estos partes fueron el 7,2 por ciento del total de los emitidos, lo que implica que algo más de siete de cada cien fueron catalogados como falsos. Esta cifra, referida a los años 2021 y 2022, se encuentra por debajo de la media nacional, que se situó en el 8,8 por ciento. Mar Garre, directora de Personas, Comunicación y Sostenibilidad de Línea Directa aseguradora, señala que este incremento –los números a nivel nacional multiplican por cinco los de 2009–  se debe por un lado «a la mejora en los medios de detección gracias a la inteligencia artificial», que permite identificar parámetros, señalar posibles conexiones de los implicados y destapar incoherencias en sus declaraciones y, por otro, también «se ha detectado un repunte causado por la pérdida de poder adquisitivo por parte de los ciudadanos como consecuencia de la inflación» entre los motivos más frecuentes.

En Castilla y León, según Garre, «Soria, Zamora, Salamanca y Segovia están entre las provincias españolas con menos intentos de fraude al seguro», entre las más ‘legales’ a la hora de comunicar un golpe o accidente con su vehículo. En la primera, el informe recoge que el porcentaje respecto al total es del 3,4 por ciento; en la segunda del 4,9; en la tercera del cinco por ciento y en la cuarta del 5,4 por ciento. Burgos, con un 8,4 por ciento de partes falsos, es el territorio de la comunidad con más intentos de estafa, aunque su media se sitúa todavía por debajo de la nacional. En Palencia, por su parte, estos supusieron un 7,5 por ciento del total; en Valladolid un 6,7 por ciento y en Ávila un seis por ciento. A nivel nacional, la mayor proporción de fraudes se detectó en Cádiz, con el 11,6 por ciento del total; Málaga, con el 10,8 por ciento y Cantabria, con el diez por ciento. Mientras, en el otro extremo de la lista está Teruel, que con el 3,4 por ciento iguala la baja cifra de Soria.

Aunque el fraude individual al seguro constituye, según el informe, «una práctica censurable», lo que más preocupa a las aseguradoras son las redes organizadas, grupos de delincuentes que cometen fraudes «en carrusel» a distintas compañías con el objetivo de obtener indemnizaciones declarando lesiones falsas. «En los dos últimos años se han detectado más de 200 organizaciones dedicadas a estas prácticas», señala Garre. A menudo, estas redes están conectadas con delitos mucho más graves, están dirigidas por dos o tres cabecillas y suelen estafar, de media, unos 8.300 euros por caso, unas 10 veces más que los engaños de los conductores particulares. Existen dos tipos principalmente: las redes que causan a propósito golpes con daños reales o las que simulan accidentes o robos que nunca existieron y, desde Línea Directa avisan: «las redes organizadas para la estafa al seguro no son simple picaresca, son clanes organizados muy peligrosos y normalmente vinculados a otro tipo de delitos graves».

Percepción social

Respecto a estas prácticas, Garre señala que «aún existe cierta justificación» por parte de la ciudadanía. «De hecho, el 40 por ciento de los conductores justifican estos comportamientos y el 63 por ciento de los automovilistas que han cometido un fraude no se arrepienten en absoluto de haberlo hecho», comenta respecto a los datos. Como información preocupante, destaca también que el 13 por ciento de los conductores, el equivalente a 3,6 millones, afirman que les han propuesto participar en un fraude. Principalmente, un conocido o un familiar (seis por ciento), seguido de un taller o un perito (cuatro por ciento). El 15 por ciento de los conductores, el equivalente a 4,1 millones, afirman que participarían en un fraude si se lo propusieran y otro diez por ciento, el equivalente a 2,7 millones, admiten que simularían una lesión a cambio de dinero.

Además de los intentos de fraude al seguro de coche, el barómetro hace el mismo análisis con los del seguro de hogar. «El  confinamiento provocó un incremento puntual de los intentos de fraude, aunque luego han bajado a niveles habituales, por debajo del tres por ciento. El engaño más común en el seguro de hogar es declarar daños anteriores a la contratación de la póliza y dar siniestros falsos», explica la directora de Personas, Comunicación y Sostenibilidad de Línea Directa en función de los datos. El coste medio de estos fraudes es de 556 euros, un 19 por ciento menos que en el anterior barómetro realizado.
 

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