Sevilla olía este sábado a azahar, pero también a León. ‘Una parte de nuestra esencia’ es el título del pregón que ha pronunciado Xuasús González, coordinador del suplemento ‘LNC Cofrade’, en el marco de la jornada de exaltación de la Semana Santa de León en Sevilla, que se ha celebrado en la parroquia del Santísimo Redentor.
El pregonero fue presentado por María Teresa Liébana, de la Real Hermandad de Jesus Divino Obrero, en un acto organizado por la Casa de León en Sevilla y que ha contado con la presencia de su presidente, Aniano Bobis, y de la presidenta de la Junta Mayor de la Semana Santa, Diana Belén García.
Durante su alocución, Xuasús González defendió que “ser papón es algo que se lleva desde siempre” aunque tarde un tiempo en manifestarse. Recordó en este sentido que desde bien pequeño jugaba a las procesiones en el pasillo de casa y daba vueltas al patio del colegio con un cartón que hacía las veces de tambor cuando se acercaba la Semana Santa. Era entonces cuando se sentaba en un bordillo e intentaba que los papones le diesen la mano mientras iba creciendo e iba implicándose cada vez más a la hora de “vivir la Semana Santa de manera muy intensa”. “Ese, si es que puede considerarse tal, es mi único mérito”, aseveró el pregonero antes de recordar que empezó por la música para luego meterse debajo de un paso y empezar a escribir, a hablar y a hacer fotos sobre el mundo cofrade.
González tuvo además palabras de agradecimiento para la Casa de León en Sevilla y para todos los asistentes a un acto que se celebraba “a punto de que todo comience”. “A punto ya de que llegue ese día tan especial que es el Viernes de Dolores. En Sevilla habrá nazarenos en distintos barrios y en León, con repique de campanas, la Virgen del Mercado saldrá de su casa, coronada por primera vez en estas fechas, para anunciar a la ciudad que ya es Semana Santa”, celebró el coordinador del suplemento ‘LNC Cofrade’.
Será entonces cuando arranquen “esos diez días que, en torno a la primera luna llena de la primavera”, articulan de alguna manera la vida de los papones durante todo el año y que culminan con las “sensaciones encontradas” que generan el Domingo de Resurrección y el fin de la Semana Santa.
Pero recordó el pregonero en todo caso que la actividad cofrade “no para máquinas” y enumeró la enorme cantidad de actos que se celebran a lo largo del año y que permiten ver pasos en la calle, pero también participar en triduos, actos navideños, misas, triduos y actividades de formación.
“Hace ya siglos que la Semana Santa es inherente a León. Es una parte de nuestra identidad que se ha ido transmitiendo y formando de generación en generación hasta llegar a nuestros días, una herencia que hoy está en nuestras manos y tenemos la obligación de legar a aquellos que vienen detrás”, añadió González antes de recordar que la primera procesión de la que se tiene constancia es del Jueves Santo de 1521.
Y actualmente hay más de una treintena de cortejos salen a la calle con imágenes antiquísimas y actuales, de autores consagrados y prácticamente desconocidos, de valor incalculable y sin especial interés. “Pero todas despiertan una gran devoción y cumplen con su cometido de ser expresión de fe, una catequesis en la calle que sirve para que, como decía el célebre capataz sevillano Manolo Santiago, el que no sepa venir a la iglesia, que aprenda a rezar por las calles. Falta nos hace en estos tiempos en los que no está de moda ser cristiano”, defendió el pregonero antes de poner en valor el “potencial evangelizador” de las cofradías y su “papel primordial” en una Iglesia que “vive momentos de cambio”.
No quiso olvidarse González del “patrimonio humano” de la Semana Santa de León. En este sentido, se refirió a las juntas de gobierno de las cofradías, que “toman decisiones que no siempre son fáciles”, a los músicos que ponen la banda sonora a la Semana Santa y dedican a ello buena parte de su tiempo durante todo el año, a los grupos de montaje, braceros, banderas, manolas, monaguillos, hermanos de filas, escoltas, medios de comunicación, pregoneros, fotógrafos, maestros de imprenta, floristas, artistas y papones de acera no también actores fundamentales para que la Semana Santa de León “sea hoy tal y como la conocemos”.
El pregonero ensalzó el “engranaje perfecto” entre todos estos actores gracias a la labor de las dieciséis penitenciales. “Tres con una historia centenaria, que sembraron en la sociedad leonesa una semilla cofrade que no tardó en geminar; otras cuatro nacidas a mediados del siglo XX, que representaron un soplo de aire fresco, y nueve más erigidas en los primeros años de la década de 1990, que supusieron una verdadera revolución que obligó a despertar a una Semana Santa que, de alguna manera, estaba ya aletargándose”, defendió el coordinador del suplemento ‘LNC Cofrade’ antes de referirse a la sociedad leonesa en general como responsable de que sea “muy difícil encontrar una familia en la que nadie sea papón”.
La jornada de exaltación de la Semana Santa de León en Sevilla contó con la intervención musical de la Capilla de Cámara y se cerró con una degustación de productos del viejo reino que son propios de la celebración pasional.
Cabe recordar además que el cartel anunciador de esta jornada era obra de Salvador García Barbosa, quien realizó una obra que se basa en la Exaltación de la Cruz de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno de León. Ello se debía a la conexión con su autor, José Antonio Navarro Arteaga, sevillano del barrio de Triana, y a la vinculación con el objetivo de la celebración, exaltar la Semana Santa de León.
El cartel utiliza contrastes de colores en la figura del Cristo y tonos crudos en los personales que le rodean. “Esto representa la salida de las tinieblas en las que estaba sumida la humanidad y el paso a la luz de una nueva fe, mientras que las tipografías en negro transmiten la solemnidad y la tensión del momento, además de hacer referencia al luto de la Semana Santa, que al final es algo que une a León y a Sevilla”, detalló Barbosa durante la presentación de su obra.