San Juan de la Mata y Arganza inauguran sus primeros museos, pero 'virtuales'

Un andamio en una imagen virtual del palomar de San Juan de La Mata, en la localidad de Arganza, anunciando la apertura de un ‘museo’ para el 15 de junio, ha creado expectación entre los vecinos, que aseguran que no han visto ninguna obra ni anuncio en la zona «es una confusión que suele ocurrir y hay gente que se siente decepcionada de que el proyecto no sea real», dice el arquitecto berciano Joaquín G. Santalla, que ha querido hacer en su pueblo natal un museo ‘virtual’, consciente de que las limitaciones económicas de estas pequeñas poblaciones no podrían sufragarlo sobre el terreno. Su idea es completar 13 museos de este tipo, que ha iniciado en enero con el de Lapuebla de Labarca, en La Rioja. Allí concretó una inauguración«que quise que fuera lo más real posible.Incluso coloqué a mascotas y a mí mismo visitando la muestra», que en ese caso se dirigió al mundo del vino, recopilando obras de arte a nivel mundial con ese punto en común. Goya y Velázquez se encuentran en las paredes de estos museos, con los que Santalla pretende promocionar lugares que le han marcado de una u otra forma.

Los resultados ya han comenzado «el de La Rioja, el primero que he hecho, estuvo unas horas colgado en los museos más destacados del mundo», recuerda. El Bierzo se lleva tres de los proyectados «nací en San Juan, conozco bien Arganza y hasta los 16 años estuve en Ponferrada», justifica el autor.

Son los llamados ‘museos virtuales’ que trabaja en la zona, aunque la lista se completa con los de Guadalajara, Alovera, Azuqueca, Yebra y Trillo (todos ellos en Guadalajara), Madrid, Vitoria, Sancti Petri (Cádiz) y Laguardia (Álava). Su idea es abrir uno cada seis meses «lo que supone que me tendrán ocupado al menos cinco o seis años», e ir renovando las exposiciones que acojan también con ese mismo plazo.Reconoce que son proyectos que llevan tiempo, porque se inician con una planificación arquitectónica para hacer transparente el interior de las estructuras elegidas para establecer los museos.

Siempre escoge el edificio más particular de la zona y abre las puertas a una muestra inicial temática relacionada también con lo más importante de esos enclaves. En esos tres proyectos bercianos ya casi tiene cerrado el encaje. El de San Juan de la Mata será el que encabece la ruta comarcal y abrirá sus puertas virtuales el 15 de junio en el destacado palomar «la exposición que se abrirá se titulará ‘El fuego en el arte’ porque una de las características del pueblo es su gran hoguera de San Juan», explica Santalla. Las obras de grandes pintores se internarán en ese museo.

Para Ponferrada tiene otro proyecto que titula Ponsferrata y que quiere ubicar en un torreón del castillo de los Templarios. Este museo comenzaría a andar en 2019 con una exposición sobre «el puente en las Bellas Artes o sobre los puentes de hierro», aludiendo a la denominación latina de la ciudad.

El último museo virtual que estudia ‘abrir’ en el Bierzo es el de Arganza, que podría ocupar el sexto o séptimo puesto de la lista y que no llegaría antes de 2020. El lugar escogido para ello sería elPalacio de Arganza, con ciertos cambios estructurales sobre el tapiz virtual que lo hagan posible. En este caso aún no ha cerrado la temática que tendrá la exposición inicial, pero apunta que tendrá que ver tal vez con «la vendimia en el arte, porque las viñas son abundantes allí». Cualquiera de los temas asegura que dan mucho juego «porque hay mucho material sobre ellos». Esas muestras irán cambiando «me gustaría que tuvieran dos exposiciones al año, porque quiero que el museo sea vivo, como un museo de verdad. Incluso espero exponer mis propias obras en ellos», dice Santalla. Repite que, aunque no se trate de proyectos reales y los ve casi utópicos, sí asegura que su gran sueño sería que se recogieran esos proyectos y se luchara por materializarlos «yo estaría dispuesto a ayudar para que se hicieran», dice. Mientras, considera que es una manera de enseñar zonas que, de otra manera, no tendrían visibilidad y las redes dan mucho juego. «Lo que podría ser real sería poner un graffiti, por ejemplo, allí donde se pudiera», dice, de manera que se conociera la existencia de ese museo en cada lugar.

Lo mejor del proyecto, dice Santalla es la libertad con la que puede trabajar «espero que nadie se sienta agraviado por estos proyectos, pero creo que no hay que pedir permisos para hacerlo, mientras sea a nivel de redes y jugando con imágenes virtuales».Aunque sea un mundo solo perceptible desde una pantalla, espera que contribuya a dar un aliciente más para visitar estos pueblos.