San Antonio sube el azúcar en Algadefe

Al acabar la misa del día de San Antonio, en Algadefe, los vecinos se arremolinan a las puertas de la Iglesia mientras el santo reposa en el soportal del templo sobre las andas y rodeado de tartas. Tras rendir honores al patrón de los animales, toca la subasta de la Cofradía que lleva el nombre de este santo, la que este jueves consiguió sacar 380 euros de la adjudicación de 7 dulces y como no, de una pata de gocho.

Tarta arriba y al que más pueda. "¡Sale por 25!", exclamó el alcalde de la localidad, Víctor Merino, en una primera adjudicación que solo llegó a los 30 euros, para calentar el ambiente. La siguiente se la llevaron por 50 y la tercera, por 35 euros. Quienes las subastan, se pasean con el dulce entre las manos por entre el público levantando la bandeja que provoca la gula de vecinos y devotos que no faltan al acto. Sale Isidro, vecino del pueblo, animando al personal con "la tarta más bonita", esa que le quitan de las manos por 50 euros. La siguiente, 40, y una más... Por 45 euros. "¡Adjudicada!".

Es entonces cuando salió el pequeño Jorge con la pata del gocho en la mano. "Levántala que se vea, ¡hombre!", le animaron los vecinos. Y así hizo partiendo su subasta de 5 euros. Poco cotizada estuvo la pata, que el niño bien de rato pasó sonriendo y mirando al personal a ver si se animaban a llevársela a casa. "¡Venga que con habas está muy rica!", afirmó. Pero la pieza del animal se adjudicó por tan solo 10 euros demostrando así que en Algadefe son más de dulce que de puchero. Y poco a poco, San Antonio se iba quedando solo en las andas con la última tarta, la del Mayordomo de la Cofradía, un honor que este año recaía en Carlos Fuertes. La suya cerró la subasta y acabó en manos de quien pujó por ella hasta llegar a los 120 euros. "120 a la una, 120 a las dos, 120 a las tres... ¡Adjudicada!".

Y todos para casa a celebrar la comida del día de fiesta en Algadefe, una celebración que se extenderá durante todo el fin de semana en la localidad, que disfrutará de noches de verbena con discomóvil y el sábado, con la orquesta Cuarta Calle. Todo después de cumplir con la tradición, esa que cada año sirve para honrar al santo y pedirle, como patrono de los animales, que cuide de la extensa cabaña ganadera de la zona.