Peñalba, muy bonito pero sin Internet

Aunque cuenta con red wifi, la multiplicación de turistas hace que las conexiones sean insuficientes en verano y en invierno falla la telefonía

Mar Iglesia
10/07/2016
 Actualizado a 31/08/2019
Peñalba de Santiago en una imagen de archivo. | CÉSAR SÁNCHEZ (ICAL)
Peñalba de Santiago en una imagen de archivo. | CÉSAR SÁNCHEZ (ICAL)
Fitur, la Feria de Turismo de Interior desarrollada en Madrid en el mes de enero, dejó la mejor noticia para Peñalba de Santiago este año. Hasta el estand de Ponferrada llegaba la información del nombramiento de este enclave berciano, que ya en 1931 era declarado Monumento nacional, como uno de los 44 pueblos más bonitos de España.
Se convertía así en la primera pedanía leonesa que conquistaba ese galardón, que pone sobre la mesa su valor paisajístico y patrimonial, y en la octava de Castilla y León, al lado de la salmantina Ciudad Rodrigo, las segovianas Sepúlveda y Pedraza, los pueblos de Maderuelo y Medinaceli, en Soria, Urueña en Valladolid y completa la lista Frías, en Burgos.

El nombramiento es ya inmortal en una placa que se colocaba a la entrada del pueblo hace unas semanas por parte de los dirigentes de la Asociación de pueblos más bonitos de España y de las autoridades locales y comarcales.
Todo un aplauso administrativo para una pedanía que ha ido avanzando a paso corto en los últimos tiempos y que espera que este empuje le sirva para hacer oír sus necesidades más allá de un valle que ya dice lo que es en su nombre: el del ‘silencio’. Ese día, Peñalba era un «ejemplo de conservación del patrimonio», para la regidora, un cetro de «patrimonio natural y cultural» para el presidente de la Asociación de los pueblos más bonitos de España, Francisco Mestre y un enclave a potenciar. Pero, bajo el tapete, siguen en pie las peticiones de los vecinos que, aunque según la pedánea,  Susana Rodríguez Panizo, comienzan a tomar forma, sobre todo, con la preocupación manifiesta del Ayuntamiento de Ponferrada, al que pertenece, han costado «llevamos mucho tiempo esperando», dice.

Ahora es el momento de aprovechar el marchamo y recordar que Peñalba quiere crecer. Se lo gritan a las administraciones, que ya hace un año comenzaron a dibujar proyectos ilusionantes para el pueblo. En 2015 se firmaba el proyecto Genadii, por parte de la Junta de Castilla y León y la Fundación de la Reina, con la intención de incluir a más administraciones en la intención de establecer estrategias de desarrollo local. Ya un año antes se había realizado el Centro de interpretación, al tiempo que se renovaba la cubierta de la iglesia mozárabe para impedir las humedades que la dañaban.

El edificio empedrado dio vida a un curso de la Escuela de Patrimonio cultural que esperaba despuntar con obras para el valle. Se unía a todos esos proyectos el de mejora de las comunicaciones al valle y de las telecomunicaciones, algo que está sobre la mesa.

La Junta había iniciado esa mejora telemática con la instalación de wifi en el pueblo, aunque no siempre ha funcionado con éxito. Rodríguez Panizo, apunta que están localizados los focos de necesidades para encaminar el futuro del pueblo «pero las administraciones dicen que no hay dinero».

Mejorar las comunicaciones, con el acondicionamiento de la pista de tierra que une Peñalba con San Cristóbal y cambiar todo el cableado telefónico para que el pueblo no se quede sin teléfono ni televisión, como ya ha sucedido, son las dos medidas urgentes «porque está muy obsoleto, eso nos han dicho los técnicos y en invierno se estropea».

Rodríguez reconoce que el Ayuntamiento «está poniendo mucho empeño» para encontrar soluciones «pero otras cosas las tiene que hacer Diputación y Junta y se retrasan, porque no tienen dinero».

Sí reconoce que las brigadas de obras del Ayuntamiento  están reparando detalles  como desbroces o la mejora de la zona de ocio infantil «y no nos podemos quejar», pero teme que durante el verano la wifi comience a dar problemas «porque  se multiplican los turistas y si la gente se pone a descargar cosas, no llega». En cuanto a las comunicaciones por carretera, Rodríguez reconoce que los fines de semana hacen el flujo al pueblo caótico, porque el acceso a los aparcamientos disuasorios no puede realizarse con facilidad «pero se está arreglando la pista», aplaude, aunque con la espinita de no conseguir un nuevo acceso.

Peñalba tiene a 16 vecinos censados, aunque la cercanía a Ponferrada hace que muchos de ellos no vivan en la pedanía. «Lo ideal sería que la gente estuviera allí todos los días», dice Rodríguez «pero si no tienes de qué vivir, no puede ser». Reconoce que el despegue turístico sería la manera de hacerlo, pero, de inicio, pide regulación «para que esto no se convierta en unSantillana del Mar».

Encajar el turismo, de la mano del desarrollo sostenible, incluso limitando la llegada de turistas o la entrada al pueblo de vehículos sería un buen inicio para Rodríguez, que reconoce que se necesitaría también más mimo de las administraciones a largo plazo «tiene que mantenerse, porque ahora no tenemos queja, pero esperemos que no sólo sea ahora cuando se trabaje», pide.
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