Las obras de urbanización del entorno de la estación de Feve llegan a Ramón y Cajal. Los operarios han derribado a primera hora de este lunes el muro que delimitaba los terrenos ferroviarios, lo que abre paso a la nueva calle que será paralela a Renueva desde Padre Isla.
Estos trabajos han obligado a canalizar todo el tráfico de Ramón y Cajal por uno de sus carriles, lo que ha generado algunos atascos en la hora punta que siempre supone la entrada de los colegios.
De esta manera las obras avanzan tras retomarse el pasado mes de junio y una vez superadas las trabas originadas por la restos arqueológicos en la zona. El objetivo es que a lo largo del mes de enero haya concluido el grueso de las actuaciones, aunque fuentes del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) indican que se está tramitando un nuevo modificado del proyecto. El primero se basó en el coste de las catas arqueológicas y de la demolición de un muro construido al hilo de la nueva plataforma destinada al tren-tranvía y que ahora debía demolerse. Mientras, el que se tramita en la actualidad se debe a nuevos requisitos planteados por Iberdrola a la hora de dotar la zona con el correspondiente suministro eléctrico. Las citadas fuentes explican que son requisitos de obligado cumplimiento y que se trata de unos cambios menores que se ejecutarían aproximadamente en un mes tras la conclusión de los trámites administrativos de este segundo modificado. Además, insisten en que ello no impide que las principales unidades de obra puedan seguir avanzando y estar listas en el mes de enero.
En todo caso, el proyecto tiene como principal objetivo abrir dos nuevos viales. El primero de ellos es el ya citado para enlazar Padre Isla y la estación de Feve con Ramón y Cajal, lo que hará que se cambie el sentido de circulación de la calle Renueva.
Mientras, el segundo vial servirá para prolongar la calle Bilbao hasta enlazar con Padre Isla, pasando al lado de Espacio Vías. Esta calle finalizaba hasta ahora en un muro que delimitaba los terrenos ferroviarios y el objetivo de su prolongación es agilizar la llegada al centro y lograr que los coches que suben hacia Álvaro López Núñez por Federico Echevarría puedan hacer el sentido inverso sin necesidad de ir a Ramón y Cajal.
En definitiva, mientras la necesaria llegada del tren-tranvía a la estación de Matallana sigue sin tener horario ni fecha en el calendario, la urbanización de su entorno avanza viento en popa después de no pocos avatares desde que comenzó a planificarse en febrero de 2017. Adif culminará, ahora sí, un proyecto que supone una inversión de 2,8 millones de euros y que servirá para habilitar además una gran zona verde y solares en los que se prevé la construcción de 120 viviendas.
En todo caso, durante todo este tiempo no han faltado críticas a que se desarrolle el suelo desde el punto de vista inmobiliario mientras no hay certidumbre alguna sobre el objetivo real del proyecto de integración de Feve, que en ningún caso podemos olvidar que es la llegada del tren-tranvía.