"La nueva ordenanza eliminará el 40% de las mesas de terraza y afectará al empleo"

Entrevista a Óscar García, presidente de la Asociación de Hostelería y Turismo de León

David Rubio y Alfonso Martínez
17/03/2024
 Actualizado a 17/03/2024
El presidente de la Asociación de Hostelería y Turismo de León, Óscar García. | Mauricio Peña
El presidente de la Asociación de Hostelería y Turismo de León, Óscar García. | Mauricio Peña

Cumplirá en junio dos años al frente de Hostelería de León y analiza en esta entrevista las perspectivas del sector ante la ya inminente llegada de la Semana Santa, además de valorar el borrador de la nueva ordenanza de terrazas que ha redactado el Ayuntamiento, que a su juicio va a suponer la pérdida de cuatro de cada diez mesas y de numerosos puestos de trabajo.

– ¿Qué previsiones manejan para la Semana Santa?

– Los datos que tenemos ahora mismo entre Jueves Santo y Domingo de Resurrección, los días centrales de la Semana Santa, sitúan ya la ocupación hotelera en casi un 90%. Pero no podemos olvidar que siempre hay que mirar al cielo. Lo suelen decir los cofrades, pero en la hostelería pasa lo mismo. Tenemos que contratar más personal para esos días o comprar más producto, pero al final es el hostelero el que se la juega y el que pierde si el tiempo viene mal.

– ¿Están teniendo problemas para reforzar sus plantillas para estas fechas?

– Problemas de personal y falta de profesionales lleva habiendo muchos años en la hostelería. Pero creo que ahora ya no es sólo un problema de nuestro sector. Hay otros muchos que se están viendo afectados por esa escasez de personal. No sabemos a qué se debe realmente, pero es muy complicado encontrar profesionales.

– ¿Puede deberse a las medidas del Gobierno para reducir la temporalidad en la contratación?

– Dentro del convenio colectivo que se firmó el año pasado, conseguimos que se permitiese la contratación de fijos discontinuos a tiempo parcial. Dentro de lo que cabe, es algo positivo para nosotros, pero al hostelero le penaliza por ejemplo el contrato de un extra. Por eso, a la hora de contratar para uno o dos días, el empresario se lo piensa. Tiene que estar muy convencido de que le van a salir los números.

– ¿Se ofrecen buenas condiciones laborales a los camareros en León?

– El hostelero quiere tener una plantilla fija y de confianza. Poca gente ha pasado por mi bar en los años que llevo. Es verdad que, al no haber profesionales, tiras de chavales que complementan los estudios con un trabajo de hostelería y que son más irregulares. Igual les contratas hoy y mañana no se presentan a trabajar. Pero tenemos unas buenas condiciones laborales. El año pasado se renovó el convenio colectivo, hacía falta y creo que es justo para ambas partes, para los empleados y para los hosteleros. Realmente, es uno de los mejores convenios que hay en España junto con el del País Vasco.

¿Qué condiciones se incluyeron en ese nuevo convenio?

– El incremento salarial es de un 11% en tres años, porque en 2026 hay que volver a negociarlo. Además, hay otros complementos que también suponen gasto para las empresas, como es el caso de un seguro de vida para el empleado. Además, todas las categorías han mejorado sus condiciones. Un ayudante de camarero viene ganando ahora mismo 1.450 euros y creo que, dentro de cómo está nuestro país, no es un sueldo del que alguien se pueda quejar demasiado.

– Se habla mucho también de la necesidad de una mejor formación de los trabajadores del sector…

– El problema es que en las escuelas de hostelería no se cubren las plazas. Aquí en León siempre tienen vacantes. No sé si es que durante la pandemia se dejó de ver atractivo el sector, pero creemos que es una oportunidad laboral muy importante en León. Ahora mismo, con el nuevo convenio colectivo, un ayudante tiene que ascender directamente a camarero a los dos años. Ya no existe esa precariedad en la que se podía estar siendo ayudante de camarero durante la práctica totalidad de la vida laboral. Ahora el convenio obliga a que asciendan y además siempre hay una promoción interna dentro de todos los bares y restaurantes. Por eso pensamos que la hostelería puede ser un proyecto laboral muy atractivo para mucha gente, porque es un sector que está tirando del carro económico de esta ciudad.

– Pero ese peso en la actividad económica no evita que muchas veces se sientan demonizados…

– Así es. Se nos demoniza demasiado, pero el sector hostelero ha sido el que más empleo ha generado en León durante el pasado año.

– ¿A qué cree que se debe esa demonización del sector?

– No lo tenemos muy claro, pero es verdad que se ataca a la hostelería cada vez que hay alguna polémica o se quiere desviar la atención de problemas más graves que hay en este país. Es como si quisieran utilizarnos para disimular esos otros problemas, como ha sido el caso de las declaraciones de la vicepresidenta segunda del Gobierno. Cada vez que abre la boca sube el pan, porque habla de la hostelería sin tener conocimientos suficientes para hacerlo.

– ¿Cómo valora esa propuesta de adelantar el horario de cierre del sector?

– España y el resto de los países del sur de Europa no tenemos nada que ver con los norteños. Es verdad que muchas propuestas y normativas que vienen de Bruselas olvidan que Europa es muy plural y que España vive básicamente del turismo. Quien nos visita viene precisamente a buscar esto y no llega a León o a cualquier otro punto de España para meterse en el hotel a las once de la noche. La cultura española también es peculiar. Nosotros somos de estar en la calle todo el día y hay que tener en cuenta además que en León las normativas de cierre vienen marcadas por la Junta. Lejos de la una y media de la madrugada que decía la vicepresidenta, los bares y restaurantes pueden estar abiertos aquí hasta las dos y media los fines de semana, pero porque tenemos la cultura de comer y cenar tarde y siempre queremos ir antes a tomar un ‘vinín’.

– La vicepresidenta aseguraba además que quería velar por la salud mental de los trabajadores de la hostelería…

– Al final parece que sólo fuéramos nosotros los que trabajamos hasta altas horas de la madrugada, pero hay muchos sectores que están a turnos. Piratas hay en todas partes, en la hostelería y en otros sectores. Parece que sólo se habla de los de la hostelería, pero piratas hay en todos los sectores. En todo caso, estoy convencido de que el 99% de los hosteleros de León cumplen el nuevo convenio a rajatabla. Cuando haces una reserva a un restaurante y llegas tarde, lo que le estás generando al empresario y a los empleados es salir más tarde, pero al final esas horas extra se pagan.

– Está hablando de aspectos que van un poco ligados a la idiosincrasia del propio sector…

– Claro, claro. También hay días que tú abres para dar comidas, resulta que no viene nadie y a lo mejor al final mandas al personal para casa mucho antes y esas horas se recuperan en otro momento. Tiene que haber una flexibilidad igual que la hay en el comercio, pero eso no quiere decir que no se cumplan los convenios o las leyes. Y el que no lo haga está haciendo una competencia desleal al propio sector.

– Siempre se ha hablado de la escasa implicación del sector a la hora de asociarse y remar en la misma dirección. ¿Sigue siendo así?

– Es complicado. Más al norte, en Asturias, Cantabria o el País Vasco, son mucho más de asociarse, pero en la hostelería y en todos los sectores. Pero la situación cambia muchísimo más al sur. No sé si será nuestra idiosincrasia o ese ‘cazurrismo’ que tenemos, pero aquí no somos de asociarnos. Y pasa lo mismo en la hostelería que en el comercio y en otros muchos sectores. Llama la atención porque el número de licencias que hay en la provincia de León es muy elevado. Somos 200 asociados y estamos hablando de casi 6.900 licencias entre bares, locales de ocio nocturno, restaurantes y cafeterías.

– Sólo 15 bares en el concurso que busca la mejor tapa de León. ¿Es una muestra de esa falta de interés en asociarse o es que no hay hueco para la tapa de pago en León?

– Estos proyectos que ponemos en marcha para buscar la mejor tapa o para hacer la ruta de la morcilla en San Froilán siempre han funcionado. Nos quedamos perplejos al ver la gente no se anima a apuntarse. El pasado fin de semana recorrí algunos de los bares que se han apuntado y están contentísimos, porque al final sube el tique medio y la gente no protesta porque le das algo nuevo, aunque sea de pago. Por cultura, la tapa gratis no se va a erradicar y no queremos que eso pase en León, pero eso no está reñido con darle un plus al cliente. Y ese plus es una tapa que está muy elaborada y por eso cuesta tres euros. No es una raja de chorizo o un calamar frito. Son tapas muy curradas y el ganador del concurso va al campeonato de España en Saborea Madrid, lo que supone una publicidad muy importante para su bar. Todos los que participan están muy satisfechos con el resultado y uno de ellos había vendido ese fin de semana 380 tapas. Se incrementa el tique medio y mucha gente que va a tomar la tapa del concurso, mientras sale, toma otro vino con la que seguimos dando gratis. Es verdad que en algunos restaurantes estas tapas elaboradas pueden interrumpir un poco en la cocina, pero ahí está el ingenio del hostelero para inventar algo resultón que al mismo tiempo no le paralice mucho el resto del trabajo.

– ¿Qué sensación le deja el borrador de la nueva ordenanza de terrazas? ¿En qué sentido van a ir sus aportaciones para modificarlo?

– Nos llamaron tanto el alcalde como la concejala de Comercio porque querían que participáramos en la redacción de la ordenanza y aportáramos nuestros puntos de vista, pero también se ha escuchado a otros sectores. Había que actualizar la ordenanza de terrazas, porque veníamos de un decreto del alcalde a raíz de la pandemia para poder ampliarlas y sacarlas a las plazas de aparcamiento. Se va a actualizar y creo que vamos a perder mucha terraza por la nueva normativa europea en materia de accesibilidad, que marca una distancia de 1,80 metros entre las fachadas de los edificios y las terrazas. Aquí, por las condiciones urbanísticas de la ciudad, va a ser muy complicado. Calculamos que en torno al 40% de los veladores, de las mesas de terraza, van a desaparecer en León. La ley es la ley y hay que cumplirla. Nosotros hemos planteado nuestras prioridades, pero la han redactado en el Ayuntamiento y se ha escuchado además a otros sectores.

– ¿Qué cambios van a solicitar desde la asociación para intentar que se introduzcan en el texto definitivo?

– Hemos presentado alegaciones sobre cuestiones que no veíamos prácticas. El borrador habla de la necesidad de instalar sonómetros en las terrazas, pero controlar eso es inviable, porque no depende del ruido que genere el establecimiento. Estamos hablando de la vía pública y puede pasar una ambulancia o un camión de la basura, pero quiero dejar claro en todo caso que la convivencia es fundamental en esta ciudad. También hemos pedido cambios en la estética, porque se busca cierta homogeneidad en la imagen de las terrazas y nos dejaban unos márgenes de colores que queremos que se amplíen un poco. Y también hablamos de temas técnicos como la distancia a pasos de cebra o accesos a portales y garajes. También tenemos que habilitar espacios para personas con discapacidad y van a quedar libres todos los soportales de la plaza Mayor. Era algo que ya se incluía en la ordenanza actual, pero no se cumplía y nosotros somos muy críticos en ese sentido. Si se hace una ordenanza, queremos que se controle y se vigile su cumplimiento, porque esto no ha venido ocurriendo hasta ahora y sigue siendo competencia desleal para el sector un hostelero que no cumple la normativa porque tiene concedidos cinco o seis veladores y saca doce. En definitiva, la ciudad va a ser mucho más accesible, pero se van a perder veladores y también puestos de trabajo. Si un hostelero tiene dos personas para atender la terraza y se queda con la mitad de las mesas…

– Hablando de convivencia, también han anunciado que van a presentar alegaciones al borrador de la ordenanza de terrazas los vecinos del Barrio Húmedo, que se muestran muy críticos con el sector…

– Creo que también se les ha escuchado y en el borrador hay muchas referencias al descanso de los vecinos. Ellos se meten en ámbitos que no les competen demasiado, como es el caso de los horarios que aparecen en la ordenanza y que se rigen desde el Ayuntamiento. En una ciudad como León, en la que cada vez dura más el verano, no se puede pretender que se recoja la terraza a la hora de las cenas. Además, los horarios no se van a ampliar. Se va a ampliar el periodo estival, pero los horarios seguirán siendo los mismos y las terrazas van a tener que quedar recogidas y tener sistemas de acolchamiento para no hacer ruido a la hora de recogerlas. Van a estar dentro de los locales y aquellos que no tengan espacio suficiente podrán dejarlas en la vía pública apiladas y candadas con cadenas protegidas para que tampoco hagan ruido. Y el hostelero que la deje fuera va a tener que pagar una tasa a mayores. Yo entiendo a los vecinos, están en su zona de confort, en su casa, y muchos días no pueden dormir por el bullicio que hay en la calle, pero no es culpa de la hostelería, sino que es cuestión de la educación de la gente. El ocio nocturno tiene una legislación y unos controles por el tema del ruido que no se hacen en ningún otro sector. Los locales tienen que tener un hall acústico con dos puertas y limitadores de sonido, que además el Ayuntamiento está haciendo una campaña para controlar que estén al día. Y a mí no me parece mal, porque la legislación hay que cumplirla. El bullicio está principalmente en la vía pública, no dentro de los locales, sobre todo ahora en invierno, aunque es verdad que, en verano, cuando la terraza puede estar hasta las dos de la madrugada, es verdad que da pie a que la gente esté en la calle más tiempo.

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