Con el debate sobre la sostenibilidad del sistema público de pensiones encima de la mesa de forma recurrente (pero sin que en realidad se busquen o adopten medidas que realmente sirvan para afrontar el que quizá sea el mayor reto de futuro de una sociedad cada vez más envejecida que requiere generar ingresos para mantener la solidaridad intergenracional sobre la que se basa), el Instituto Nacional de la Seguridad Social acaba de hacer públicas sus cuentas del pasado ejercicio.
Y la tendencia es similar a la de los anteriores en la provincia de León: más gasto en pensiones y menos ingresos a través de las cotizaciones sociales de los trabajadores. El desfase entre estos dos conceptos se situó durante el año pasado en 1.362,2 millones de euros, lo que supone un 18% más en comparación con los 1.154,7 millones registrados en 2022.
Los datos, avanzados este sábado por la agencia Ical, reflejan además un aumento del 9,6% del gasto en pensiones que las arcas de la Seguridad Social asumen en la provincia de León y que el pasado año ascendió a 2.207,8 millones de euros. Por el contrario, el importe de las cotizaciones sociales de los trabajadores cae un 1,6% hasta quedarse en 845,5 millones de euros durante el pasado año.
La subida de las pensiones conforme al IPC y la inestabilidad del empleo en una economía dominada por el sector servicios contribuye a que el déficit entre ingresos y gastos del sistema siga disparándose en la provincia de León.
En este sentido, si echamos la vista más atrás, la estadística de la Seguridad Social muestra que el desfase entre pensiones y cotizaciones se ha duplicado en trece años, ya que en 2010 había sido ‘sólo’ de 683,6 millones de euros, tal y como puede comprobarse en la tabla que acompaña a esta información.
Entonces, el gasto en pensiones era únicamente de 1.496,5 millones de euros (frente a los 2.207,8 del pasado ejercicio). Sin embargo, el importe de las cotizaciones sociales de los trabajadores era de 875,9 millones de euros, es decir, una cifra superior a la referida al pasado año (845,5 millones).
La calidad del empleo, clave
En este sentido, al margen del incremento del desfase que genera la provincia de León en las cuentas del sistema público de pensiones, otro dato destacable es que la creación de empleo no sirve por el momento para que crezca el importe de las cotizaciones pese a que se están registrando los niveles de afiliación a la Seguridad Social más elevados de los últimos catorce años en la provincia de León.
Y de todo ello puede deducirse que la calidad del empleo que se crea es manifiestamente mejorable, puesto que se trataría en numerosas ocasiones de contratos de duración determinada (aunque la última reforma laboral impulsada por el Gobierno pone coto a la temporalidad), a tiempo parcial, fijos discontinuos o con bases de cotización extremadamente bajas.
El resto de las provincias
Retomando los datos referidos al déficit del sistema público de pensiones, los datos del pasado año reflejan que León fue la provincia de la comunidad con un mayor desfase entre ingresos y gastos de la Seguridad Social. Por detrás se situaron Valladolid (con un agujero de 910,53 millones) y Burgos (733,09). Asimismo, el descuadre en Salamanca fue de 548,7 millones de euros y la lista se completa con Palencia (359,75 millones) Zamora (327,92), Ávila (254,24), Segovia (212,39) y Soria (135,65).
En el conjunto de Castilla y León, el déficit llega hasta los 4.844,55 millones de euros, una cifra récord que supera en 995,69 millones a la de 2022, cuando había podido evolucionar a la baja.
El gasto en pensiones se situó el año pasado un máximo histórico de 9.724,37 millones de euros, un 10,4% más que en 2022. Mientras, los ingresos por cotizaciones se situaron en 4.879,81 millones de euros, un 1,7% menos que en 2022, cuando habían aumentado un 12,7%.